Tartas más o menos dulces. Algunas de cumpleaños, como la del neurólogo y escritor Oliver Sacks que cumple 80 años escribiendo un artículo delicioso. En él nos cuenta que "anoche soñé con el mercurio: enormes y relucientes glóbulos de azogue que subían y bajaban. El mercurio es el elemento 80 de la tabla periódica. A los 11 años fui sodio y a los 79, oro". Una brillante ocurrencia de un científico ocurrente, capaz de convertir los casos clínicos de sus pacientes en excelente literatura, llena de ironía y sutilidad. Con títulos tan atractivos como "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero", en el que relata varios casos con alteraciones de la percepción tan curiosas como el sueño del mercurio. O "Despertares", un libro sobre la epidemia de encefalitis letárgica de principios del siglo XX y el descubrimiento de la L-dopa, que, más tarde, se convirtió en una extraordinaria película que ejemplifica muy bien lo que supone la relación médico- paciente.
Un tipo entrañable e inteligente que nos hace sonreír a sus 80 años: "fui el más joven de mi clase del instituto. He mantenido desde entonces la sensación de ser siempre el más joven, aunque ahora mismo soy prácticamente la persona más vieja que conozco". Algunos esperamos que nos ocurra lo mismo. Un colega que sabe y ha sabido vivir: "tal vez, con suerte, llegue, más o menos intacto, a cumplir algunos años más, y se me conceda la oportunidad de amar y de trabajar, las dos cosas más importantes de la vida, como insistía Freud". Y que termina su artículo con un rotundo y valiente "tengo ganas de tener 80 años". Muchas velas para una gran tarta llena de vida, experiencias, pensamientos y emociones.
Ahora una frase de Kiko Veneno: "La mafia española es más perfecta que la italiana: no necesita matar". Unas semanas después, la realidad le ha dado la razón con la destrucción por el PP de los dos ordenadores de Bárcenas: todos los delincuentes procuran destruir las huellas del crimen. Dice José Antonio Martín Pallín que "antes de tomar la decisión alguien debió sopesar las consecuencias". Y el PSOE le pide al juez que averigüe quién se cargo los discos duros y quién ordenó que se hiciera. Nadie con un mínimo sentido común, debería tener dudas de que la decisión paso por Cospedal y Rajoy. Tampoco de la importancia política y penal de los datos que ambos ordenadores contenían y que nunca debieron perderse. Tanta que es preferible la vergüenza -si es que les queda alguna- de la palmaria ocultación de pruebas y alguna cabeza menor que pueda caer, que proporcionarle al juez más pruebas -¿hacen falta más?- de la financiación B del partido y de los complementos salariales en B de sus dirigentes. ¿Qué más nos hace falta a los ciudadanos para plantarnos en las sedes del PP y, de forma pacífica, no movernos de ellas, hasta que Rajoy y la actual cúpula dirigente de su partido se vayan a su casa o directamente a Soto del Real?
Otra tarta, ésta con agujero en el medio, sobre "el sexo anal y otras creencias". En "La rendición", una obra de teatro -más bien un monólogo- que este verano ha representado en el Festival de Edimburgo y ahora lo hará en el Centro Dramático Nacional, la gran actriz suiza Isabelle Stoffel. "En el culo, la verdad siempre sale a la luz. El culo no puede mentir: si mientes, duele..." Clara como el agua, Isabelle. Desgranando un texto basado en las memorias de la escritora australiana Toni Bentley, afincada en New York: "para mí el sexo anal fue un acontecimiento literario. Las primeras palabras empezaron a fluir cuando él estaba en lo más hondo de mí. Su pluma en mi papel. Su rotulador en mi secante. Su cohete en mi luna. Es curioso de dónde saca una la inspiración. O cómo recibe una el mensaje". Fuerte, excesivo y provocador, sin duda. Intentando convencer, desde las aceras de Manhattan, de que sin el movimiento y el removimiento de las convenciones cotidianas, quizás nos congelemos.
Y para acabar, una sorprendente noticia: "Rebelión de monjes griegos en el Monte Athos". Un lugar mítico al que un buen amigo y yo intentamos llegar sin éxito en los años jóvenes. Pues resulta que en la república monástica del Monte Athos se prohíbe desde el siglo XI la entrada de mujeres y toda clase de bestias hembras. Y que ahora, en uno de sus monasterios, Esfigmenu, un centenar de monjes considerados herejes por defender la ortodoxia y rechazar los acuerdos suscritos en 2002 por el patriarcado ecuménico de Constantinopla y el Vaticano que revocaron los antiguos decretos de excomunión mutuos, se han atrincherado con piedras y cócteles molotov para evitar su desalojo y sustitución por otros monjes más dóciles. Tan encarnizado es el combate que el líder de los sublevados talibanes de Bizancio, el archimandrita Metodios, ha acusado al patriarca Bartolomeo I de impedir la llegada de víveres, agua y medicinas al monasterio rebelde, bloqueando los precarios accesos a la punta de la larga península donde habitan, rodeados sólo por el Mar Egeo. ¡Como en los viejos tiempos!.
Ahora una frase de Kiko Veneno: "La mafia española es más perfecta que la italiana: no necesita matar". Unas semanas después, la realidad le ha dado la razón con la destrucción por el PP de los dos ordenadores de Bárcenas: todos los delincuentes procuran destruir las huellas del crimen. Dice José Antonio Martín Pallín que "antes de tomar la decisión alguien debió sopesar las consecuencias". Y el PSOE le pide al juez que averigüe quién se cargo los discos duros y quién ordenó que se hiciera. Nadie con un mínimo sentido común, debería tener dudas de que la decisión paso por Cospedal y Rajoy. Tampoco de la importancia política y penal de los datos que ambos ordenadores contenían y que nunca debieron perderse. Tanta que es preferible la vergüenza -si es que les queda alguna- de la palmaria ocultación de pruebas y alguna cabeza menor que pueda caer, que proporcionarle al juez más pruebas -¿hacen falta más?- de la financiación B del partido y de los complementos salariales en B de sus dirigentes. ¿Qué más nos hace falta a los ciudadanos para plantarnos en las sedes del PP y, de forma pacífica, no movernos de ellas, hasta que Rajoy y la actual cúpula dirigente de su partido se vayan a su casa o directamente a Soto del Real?
Otra tarta, ésta con agujero en el medio, sobre "el sexo anal y otras creencias". En "La rendición", una obra de teatro -más bien un monólogo- que este verano ha representado en el Festival de Edimburgo y ahora lo hará en el Centro Dramático Nacional, la gran actriz suiza Isabelle Stoffel. "En el culo, la verdad siempre sale a la luz. El culo no puede mentir: si mientes, duele..." Clara como el agua, Isabelle. Desgranando un texto basado en las memorias de la escritora australiana Toni Bentley, afincada en New York: "para mí el sexo anal fue un acontecimiento literario. Las primeras palabras empezaron a fluir cuando él estaba en lo más hondo de mí. Su pluma en mi papel. Su rotulador en mi secante. Su cohete en mi luna. Es curioso de dónde saca una la inspiración. O cómo recibe una el mensaje". Fuerte, excesivo y provocador, sin duda. Intentando convencer, desde las aceras de Manhattan, de que sin el movimiento y el removimiento de las convenciones cotidianas, quizás nos congelemos.
Y para acabar, una sorprendente noticia: "Rebelión de monjes griegos en el Monte Athos". Un lugar mítico al que un buen amigo y yo intentamos llegar sin éxito en los años jóvenes. Pues resulta que en la república monástica del Monte Athos se prohíbe desde el siglo XI la entrada de mujeres y toda clase de bestias hembras. Y que ahora, en uno de sus monasterios, Esfigmenu, un centenar de monjes considerados herejes por defender la ortodoxia y rechazar los acuerdos suscritos en 2002 por el patriarcado ecuménico de Constantinopla y el Vaticano que revocaron los antiguos decretos de excomunión mutuos, se han atrincherado con piedras y cócteles molotov para evitar su desalojo y sustitución por otros monjes más dóciles. Tan encarnizado es el combate que el líder de los sublevados talibanes de Bizancio, el archimandrita Metodios, ha acusado al patriarca Bartolomeo I de impedir la llegada de víveres, agua y medicinas al monasterio rebelde, bloqueando los precarios accesos a la punta de la larga península donde habitan, rodeados sólo por el Mar Egeo. ¡Como en los viejos tiempos!.
Escuchar o leer a Oliver Sacks es un lujo impagable, inteligencia es estado puro, ganas de vivir, optimismo racional...No todo el mundo puede decir a esa edad ni con menos años, que quiere vivir para "amar y trabajar", la mayoría de la gente se deja llevar por la inercia y la desgana, todo un ejemplo Sacks. Con respecto al sexo anal, diría que todo hay que probarlo para saber si te gusta o no. En el sexo, como en la vida, todo es aprendizaje.
ResponderEliminarML
Escuchar o leer a Oliver Sacks es un lujo impagable, inteligencia es estado puro, ganas de vivir, optimismo racional...No todo el mundo puede decir a esa edad ni con menos años, que quiere vivir para "amar y trabajar", la mayoría de la gente se deja llevar por la inercia y la desgana, todo un ejemplo Sacks. Con respecto al sexo anal, diría que todo hay que probarlo para saber si te gusta o no. En el sexo, como en la vida, todo es aprendizaje.
ResponderEliminarML
Muy interesante lo que hizo el Dr. Oliver Sacks: convertir en materia literaria su experiencia diaria en su consulta; convertir en seres narrativos a sus propios pacientes.
ResponderEliminarMe pregunto qué diría el Dr. Sacks del deterioro cognitivo de quienes nos gobiernan; qué diría de ese profundo trastorno de la percepción que padecen: no son capaces de reconocer o identificar cosas o hechos.
¿Qué les recomendaría? ¿Tal vez con potentes estímulos mnemónicos podría reactivarse su capacidad para recordar? ¿Podría el extraordinario neurólogo conseguir que pacientes de este jaez se centraran, como ocurre en su novela "El hombre que confundió...", en una actividad que ocupara su mente por completo y que no fuera, por supuesto, la política ?
Que se "reinventen",como dice el también doctor Rojas Marcos. Lo que sea pero que, por favor, no nos sigan torturando.
Muy acertada la frase de Kiko Veneno, pero una puntualización: se puede no matar directamente, pero sí "en diferido"( ¿qué están haciendo con la sanidad pública?;¿ qué pasó con el inmigrante senegalés en Mallorca? y un largo etc.)
En cuanto a los monjes del Monte Athos, quizás les vendría bien que se representara en su monasterio la obra de Isabel Stoffel.
De gobiernos, desgobiernos y de ciertas actividades relacionadas con cierto músculo orbicular.
ResponderEliminarEste gobierno (al igual que otros) podría adoptar como lema en latín (que viste mucho) el primer verso del Carmen XVI de Catulo (la rima fácil con el nombre de este poeta viene al caso como pista para la traducción):
"Pedicabo ego vos..."
Hay una buena traducción de Luis Antonio de Villena. No estaría mal como lema de este gobierno, porque es lo que, con sus actuaciones, le está diciendo a la ciudadanía.
EliminarJabg, ¿te importaría desvelarnos el acertijo? Llevo dándole vueltas y vueltas y no lo pillo.
Se te agradecen estos toques de ingenio.
Y ya puestos ahí va una acertijo:
ResponderEliminar¿Cual es la relacion (cierta) entre un ser mitológico que hace preguntas inconvenientes a los viajeros y cierto músculo orbicular, y (probablemente) con el monasterio griego que se menciona en este hilo?
Pista: la frase de Isabelle Stoffel.
"Os daré por el culo y me la chuparéis", esa es la traducción del primer verso de Catulo y lo que quiere el Gobierno de Rajoy de sus ciudadanos y votantes. Pero como pasó con el poema de Catulo nadie traducirá sus silencios hasta muchos años después. Así de lento y de olvidadizo (memoria reciente, de la remota estamos mejor, no os perdais el erudito editorial- homilia de Jota Pedro en el Mundo de el sábado pasado sobre Cataluña y las cadenas) es nuestro país y nuestra gente. Por eso con tanta frecuencia nos dicen pedicabo ego vos et irrumabo. Y por activa o por pasiva obedecemos.
ResponderEliminarEn cuanto al ser mitológico no se si te refieres al Hermes primitivo el viejo fálico o a Odin el transformista. Pero no veo la relación con el culo y la verdad, que supongo es a lo que te refieres. JABG, Me sumo a la petición de CL. Y dinos la verdad ya sabes que si mientes, duele.
Sotileza
ResponderEliminarLos romanos establecían diferencias en el os impudicum (sexo oral). En la traducción que aporta maese Decala del primer verso (Pedicabo ego vos et irrumatio) se pierde el matiz que aporta el empleo de irrumatio en vez de fellatio: en ambas actividades participa un falo y un músculo orbicular, en este caso el de la boca; pero mientras que en la fellatio era la boca del felator la que se movia contra la verga, en la irrumatio era el irrumator el que desplazaba su “vara” (virga en latín y de ahí verga en castellano) contra la boca del oponente. Entre los romanos la irrumación se consideraba una acción vejatoria y tenía el sentido figurado de “silenciar a alguien” (nada más expeditivo para eso que “llenarle la boca”, y no precisamente de comida).
Muy preciso el verso de Catulo como lema de este gobierno.
P.D. : colgaré lo antes posible la respuesta del enigma, pero os dejo una segunda pista mientras tanto: “Tebas y Egipto tienen una”
Yo había pensado en la Esfinge y Edipo, pero no conseguía, y sigo igual, relacionar la frase de Isabel Stoffel y el monasterio del Monte Athos con ese mito.
EliminarEn cuanto a la relación con cierto músculo orbicular, se me ocurre si se refiere al de los párpados por la ceguera de Edipo. No sé... Ya lo aclararás.
Del esfínter a la esfinge.
ResponderEliminar1ª pista: “En el culo, la verdad siempre sale a la luz”
Los músculos orbiculares se denominan así por su forma circular (del latín “orbis”). Funcionalmente pertenecen al grupo de los esfínteres y su trabajo consiste en cerrar o abrir la luz de los orificios o conductos en los que se sitúan, para dejar entrar o salir cosas según el caso. Efectivamente, en el culo está el esfínter anal y la primera palabra de la relación es “esfínter”.
2ª pista: “Tebas y Egipto tienen una”
El ser mitológico que proponía enigmas a sus infortunadas víctimas es la esfinge (en Tebas la de la tragedia de Edipo y en Egipto la de Gizeh). Efectivamente, la segunda palabra de la relación es “esfinge”.
¿Cuál es la relación entre esfínter y esfinge? Las dos palabras derivan etimológicamente del mismo vocablo griego: sphin, que tiene el significado de apretar, constreñir. En el caso del esfínter anal es la de estar “apretadito” y relajarse de vez en cuando. En la esfinge hace alusión al modo en que mataba a sus victimas en caso de no acertar la adivinanza: estrangulándolas. Esta relación etimológica es cierta.
La que es especulativa es la del monasterio de Esphigmenou: como parecía contener la misma raiz (aclaración pertinente: de latín tengo el curso de la EGB, pero de griego ni eso) decidí probar suerte consultándoselo al Dr. Google; éste me remitió (como no) a la Wiki en inglés:
“The monastery's name translates to Greek literally as tightened. There exist conflicting traditions regarding the naming of the monastery. One attributes the name to the fact that the monastery is built on a stretch of land, tightened by three surrounding hills and the sea.” Entre los varios significados de thigtened figuran los de apretado, estrechado, constreñido. ¿Nos sigue algún experto en griego (en el idioma) que pueda confirmarlo?
Otra de esfínteres apretados:
Del que tiene el ojete hiperactivo decimos que es o está estreñido; pues bien, estreñir deriva del latín stringere que significa estrechar, apretar. Con la misma raíz se forma constrictor (el que aprieta, como la “boa constrictor”). ¿Alguien pone en duda que tenemos un gobierno, nacional y supranacional, constrictor? Aunque ellos eligirían probablemente como calificativo el de “gobieno estricto”, que suena mejor y que también deriva de stringere. Habrá que relajarles el ojete de alguna manera (¿quizás con el “anal intruder”? consultar http://www.frikipedia.es/friki/Anal_Intruder_2000 para echarse unas risas con la historia de este aparato).
Rectificación:
EliminarEl latín lo dábamos como asignatura obligatoria en 2º B.U.P. no en E.G.B.
Muy ingenioso, de verdad. Ese esfuerzo filológico bien se merece un relaxing cup of de lo que sea.
EliminarSaudiña