La fecundidad pintada en las paredes de las casas más humildes, sorprende al viajero y le regala una sonrisa. Al templo de Chime, en el Bhutan central, peregrinan las parejas que buscan descendencia. Allí son bendecidas por un joven monje que golpea con un pene de madera la frente de la esposa. Un pene milenario que hace siglos perteneció al "Loco divino", un santón muy popular entre la gente por sus andanzas transgresoras y su espíritu alegre.
El majestuoso Zhong de Punaka. Fortaleza tradicional característica de Bhutan, que reune en su interior las estancias donde viven los monjes, las estupas donde meditan y la estructura administrativa y judicial de la provincia. Conviviendo en armonía y paz el poder terreno y el divino. Siempre en las orillas de los ríos, para contemplar desde las ventanas el vertiginoso paso de la corriente.
El trabajo en los campos de arroz, en los escasos lugares donde las montañas y los barrancos permiten construir casas y ganar el espacio imprescindible para cultivar el preciado alimento.
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