sábado, 16 de octubre de 2010

Dentro

Mis dedos, llaves del paraíso,

tus labios buscan.


Ya han aprendido como alcanzarlos

de beso en beso,

hasta que el día llegue dormido

en la dulzura de los sentidos.


Dentro del cielo,

en el repliegue más escondido, abierto y libre

la sed del beso se ha convertido

en lengua ardiente,

y ese rocío que sabe a flores

es ya un arroyo dentro del río.


Dentro por siempre,

sin salir nunca,

mil y una noches

y el infinito,

hasta que el tiempo,

de amores loco,

también muy dentro

duerma conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario