jueves, 18 de julio de 2013

El que parte, reparte y se lleva la mejor parte

Demasiadas vueltas para un tema que política y socialmente está muy claro ya hace demasiado tiempo. No son precisos nuevos fascículos, entregas o revelaciones para conocer lo fundamental del caso PP-Barcenas-Gürtel. Con independencia de la vía judicial que tiene sus propios ritmos, claves y "garantistas" limitaciones, los datos que se han conocido son más que suficientes para sacar las pertinentes conclusiones y que se asuman por los implicados las necesarias responsabilidades políticas en un estado democrático.
El PP es el partido con más pasta de España desde hace décadas. Las grandes empresas, el capital... confían en él más que en ningún otro, porque lo consideran como propio (de "los nuestros", vaya). Y entienden que lo natural es que, de una forma u otra, sus decisiones favorecerán sus intereses. Por eso, de forma legal, anónima o no, paralegal, perilegal, retorciendo la legalidad o... directamente por las bravas, el poder económico le ha colmado de billetes de gran tonelaje. Mucho más que al resto de las formaciones políticas. Toda una fortuna, que sumada a la que los partidos reciben por un ordenamiento constitucional que procede revisar, ha sido administrada por su tesoreros y gerentes con la generosidad que ahora conocemos.
Y el PP ha utilizado esa pasta para consolidar sus estructuras, financiar sus campañas electorales y retribuir a sus mandos en mucho mejores condiciones que el resto de partidos. Con lo que el grado de motivación, compromiso, organización, cohesión y eficacia podían ser superiores a las del resto de fuerzas políticas. Atentando así contra la igualdad de oportunidades y las reglas del juego en la política nacional, autonómica y municipal.
Todo ello desde la sofisticada oscuridad de la floreciente Génova. Según la contabilidad secreta de Bárcenas, de los 7.5 millones de euros presuntamente donados "en negro" por empresarios de la construcción, la mitad se destinó a "redondear" los salarios de los máximos dirigentes populares. A compensar los "quebrantos" económicos que la política les suponía: "no estamos en ésto por dinero", decían. Por ejemplo para "compensar" al amigo Trillo, ya que el pobre pasaba de ser Presidente del Congreso a Ministro de Defensa, un cargo peor remunerado. O al consejero de Sanidad navarro que para serlo cerraba su clínica dermatológica y... "no le compensaba".
Rajoy cobró del partido, por ejemplo en 2011, más de 200.000 euros (gastos de representación y dietas por partida doble) a añadir a su sueldo de diputado y a todo lo que pudo cobrar en B -Bárcenas dixit-. Esteban González Pons, 112.000, Alicia Sánchez Camacho ("no cobró nada que no merezca"), más de 100.000, etc, etc... Sueldazos, vaya, como para hacer o decir lo que haga falta. Declarados o no a Hacienda:: cuestión muy importante pero no sustancial  desde el punto de vista político. En todo caso, y eso es lo fundamental, en las tinieblas del conocimiento de los ciudadanos "normales". Nada que ver con los retribuciones totales de los dirigentes de IU, PSOE, UPy D, etc... Mucho más ajustadas a unas cifras razonables, todo hay que decirlo.
La mecánica para sostener ese "modus operandi" (avalado por el informe jurídico del inexistente Miguel Crisántemo; tiene coña el funerario apellido que se inventaron) es conocida: Bárcenas y Lapuerta recibían la donación, la troceaban y nutrían a sus colegas por la vía más segura posible. Avisando a las administraciones públicas correspondientes del regalo y del mecenas. Para su conocimiento y a los efectos oportunos... De todo esto han vivido, como los señoritos de élite que creen ser, los chicos de las diferentes cúpulas del PP desde hace 20 años. Mirando el panorama con suficiencia de clase o escondiendo la cabeza como el avestruz, pero en cualquier caso, llevándose el megasueldo a casa, lo más limpio de polvo y paja que han podido. Todos responsables por tanto, en mayor o menor medida. Con el ahora delincuente Bárcenas como brazo ejecutor del consolidado y mil veces perfeccionado operativo. ¿Cómo no iban a defender al guardián de la caja hasta que ya no ha sido posible? Por eso Rajoy ha aguantado a su tesorero -él lo nombró hace bien poco- hasta el límite, mareando la perdiz con cariñosos sms y con repetidas declaraciones de inocencia, ahora justificadas en el respeto al estado de derecho. ¡Cuánto cuento!
Bárcenas, un producto genuino del Partido Popular, que han alimentado y del que no se pueden desprender por el morro. Y por supuesto: el que parte (Bárcenas...), reparte y se lleva la mejor parte: una millonada en Suiza en este caso.

O sea, que no hacen falta más monsergas ni salidas a escena de Pedro J. -caballo de Troya de Esperanza-, siempre encantado en su papel de poder fáctico de la escena política española-. No hacen falta más comparecencias de Rajoy en el Congreso. Tampoco una moción de censura que nada tiene que ver con este asunto. Es el momento de la dimisión de Rajoy y de las elecciones anticipadas. La sustitución del actual presidente por otro miembro de un partido mayoritariamente afectado por un escándalo político y ético de larga duración como éste, no resuelve nada. Sólo los españoles con su voto pueden mostrar al PP el camino de la regeneración.
Se equivoca el PSOE en su táctica y estrategia. También en no depurar responsabilidades en Andalucía en el asunto de los ERE, un caso más de vergonzante omisión y dejación de funciones que de beneficio directo. Similar al de Esperanza Aguirre con los diputados, alcaldes y consejeros del Gürtel madrileño. Pero sí: también Griñán y Chaves deben ser depurados y asumido el grave error del inveterado sucursalismo político practicado en esa comunidad durante años.
En todo caso ya está bien de tanto bucle: dimisión de Rajoy por inmoralidad política y engaño masivo. Y elecciones anticipadas. Nadie es imprescindible.  

1 comentario:

  1. Muy bueno, aunque seguirá siendo perseguido por esas opiniones también, el artículo de Garzón: "No se enroque, señor Rajoy." http://elpais.com/elpais/2013/07/22/opinion/1374517533_295501.html
    "La indignación popular no va a descender con una comparecencia presidencial tardía". "¿No hay un solo hombre en el PP que pueda ocupar el cargo o cargos de aquellos o aquellas que están siendo cuestionados como corruptos por quien ellos mismos defendieron y protegieron frente al juez y a los que con serena profesionalidad iniciaron y continúan la investigación? ¿Dónde están aquellos que en los primeros dias después de las detenciones de Correa, Crespo y compañía se reunían en infame conciliábulo para acusar al juez que investigaba?".

    Más claro, agua.

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