sábado, 3 de diciembre de 2011

El pájaro de Minerva

Sólo levanta el vuelo al atardecer. La conciencia y la sabiduría llegan, en este mundo, demasiado tarde para hacerlo más justo y habitable. La verdadera luz suele aparecer cuando ya vale de poco. Quizás por eso el hombre no ha dejado de ser nunca un lobo para el hombre. Y la civilización sigue siendo, a día de hoy, un tesoro más frágil de lo que parece.
El pajaro de Minerva es el conocimiento. El fruto más preciado. Al que sólo se accede por medio del lenguaje, del conjunto de palabras aprendidas, llenas siempre de significado y significante, como Lacan nos descubrió. Corren tiempos en los que nadie se hace responsable de lo que dice. Y nadie le exige que lo haga. Puede decirse una cosa y, en pocos días, la contraria, sin temor a ser rechazado o castigado. La palabra está perdiendo su papel de soporte básico de la memoria, la experiencia y el conocimiento. Degradada con su utilización masiva para retorcer la realidad y hacerla viscosa y resbaladiza.
La palabra es también una herramienta al servicio de quien la domina. De quien es capaz de elegir, en su propio interés, el momento y el contexto para colocar lo que Manquiña definió como “el concepto”. De quien cuenta con los medios de comunicación para hacerlo. Cada vez más numerosos y versátiles en sus soportes, pero también más parecidos entre sí, por muy diferentes que aparenten ser.
Y la batalla por la palabra, por la verdad, es hoy, más que nunca, la batalla por la libertad. Creo honestamente que la política, en los próximos años, difícilmente va a parecerse en nuestro país a la que hasta ahora conocimos. El oligopolio del poder institucional y económico del que la nueva mayoria política va a disponer, es un feraz caldo de cultivo para el control unívoco de la información y sus contenidos, para la generación de un relato de pensamiento único en el que instalarse cómodamente durante años.
Ya están en marcha múltiples síntomas de ello: la trayectoria de algunas televisiones autonómicas como Telemadrid y Canal 9, la tolerancia periodística a las ruedas de prensa sin preguntas, a que la señal audiovisual de los actos públicos sea enviada a los medios, envuelta en celofán, por el propio partido político que los protagoniza…
A nadie se le oculta que la reforma de RTVE, auspiciada por el gobierno saliente, que ha posibilitado el periodo de mayor independencia y profesionalidad que el ente público ha tenido en toda su historia, corre peligro de estrellarse en la interminable renovación de su consejo de administración.
Está en juego la calidad de la democracia. Su defensa es la tarea más trascendente que la sociedad civil, la prensa y la oposición deben realizar en su labor de control del poder establecido. Las condiciones de las que se parte no son favorables. El lector mayoritario confía ciegamente en las posiciones de su medio afín y ve la realidad bajo su sesgado prisma. No hay suficiente masa crítica como para contrastar titulares simplistas e interesados. La crisis económica y la precariedad en material humano de los medios de comunicación, no favorecen el análisis independiente y matizado de las noticias y los temas. La voz de los intelectuales se ha estado apagando en las últimas décadas, sepultada por la sociedad del espectáculo en la que vivimos. La opinión de los técnicos en las diversas materias suele ser lo suficientemente compleja como para tener escasa influencia en un país que apenas lee cosas que vayan más allá de los 140 caracteres del Twitter...
Un panorama sombrío que predispone al sueño de la conciencia colectiva, para regocijo de un poder capaz de envolverlo en su acogedor manto de pan y circo. Ahora bien, decía Stefan Zweig que “toda sombra es hija de la luz y sólo quien ha conocido la claridad y las tinieblas, el ascenso y la caída…, conoce la verdad. Y puede dar fe de ella”. Por eso los pájaros de Minerva, las viejas lechuzas que miran con ojos penetrantes cuanto les rodea, son ahora más necesarias que nunca. ¡Larga vida a una de ellas, José Luis Sampedro, Premio Nacional de las Letras Españolas 2011!

2 comentarios:

  1. Vaya, me acabo de enterar que Minerva es la Palas Atenea griega... La culpa de mi escasa formacion clásica la tienen los socialistas que no dan salido de la moncloa... juas,juas... Menos mal que ahora vamos a tener una enseñanza como dios manda... S2.

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  2. Es verdad, menos mal. Como Elvira Lindo dice "La alegria ha vuelto a Telemadrid. Ya no nos hundimos y nos dejamos intervenir, ahora damos lecciones por boca de Mariano a toda Europa...
    Y en Veo7, o como se llame ahora, como una consigna nacional en tiempos de guerra, antes de pasar a publicidad y al volver de ella el entusiasta presentador siempre hace un llamamiento para !Levantar entre todos a España! Creo que incluso se han hecho amigos de Bono.

    Y eso que los sociatas no dan salido de la Moncloa... Cuando lo hagan llegaran los días de gloria, sin primas ni la madre que las parió. Feliz Navidad Jcarlos

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