miércoles, 28 de julio de 2010

Siria, una puerta para abrir.

Un mundo por descubrir. ¡Tanto en poco espacio, tantas imagenes en la retina! Preciosa galería de fotos de Marga, Yolanda y Pablo. Ciudades, gentes, costumbres, colores, historia presente y viva. Grandes sorpresas. Legados inesperados. Espacios abiertos de encuentro, juegos, conversaciones... El lento paso de las horas. Siria: agradable, tranquila, segura, acogedora... Un viaje imprescindible.


6 comentarios:

  1. ""La casa de las bellas durmientes" de Yasunari Kawabata. Nobel de Literatura. Editorial Caralt. Angustiante novela, con un lirismo intenso y descarnado. Sorprende el parecido con la posterior"Memoria de mis putas tristes" de Gabriel García Márquez. Despues de leer las dos, a mi me parece un plagio de Gabo."

    ¿Que comes que adivinas? El epígrafe del libro hace mención a un párrafo de "La casa de ...". Por otra parte GGM le dijo a Kawabata, que se habia inspirado en su libro para escribir la historia de Mustio Collado. Por lo que dices no creo que has leido ambos libros.

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  2. Estimado amigo. Leí "Memoria de mis putas tristes" al menos dos años antes de "La casa de las bellas durmientes". Desde luego, si el epigrafe comentaba lo de la inspiración en Kawabata lo cual no dudo -no tengo ahora el libro, lo presté y ya sabes-, no reparé en ello. Entonces ni siquiera conocía a Kawabata.
    Leída con posterioridad "La casa de las bellas..." sigo pensando que, por mucho que GGM lo hubiera puesto en el epígrafe, "Memoria de mis putas..." es una versión caribeña de la primera, muy bien escrita, pero tan parecida a ella que la palabra plagio -no sólo en sentido peyorativo- quizás no sea exagerada. Por cierto, ¿tu has leido "Memorias..."

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  3. Pero se necesita una imaginación muy particular para encontrar plagio entre un texto que narra sobre unos ancianos que visitan una casa en donde hay unas niñas desnudas y dormidas solo para verlas y un anciano que ha visitado un burdel de Barranquilla los ultimos cincuenta años y se antojó de hacer el amor con una adolecente, como celebracion de su cumpleaños 90.
    Ahora, no eres el unico que ha afirmado lo del plagio, pero si lo que se busca es un pretesto para tirarle piedras al Nobel, está de perlas.

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  4. Nada más lejos de mi intención que tirar piedras al Nobel, toda mi admiración para él. Sólo pretendía transmitir la sensación que tuve al leer en segundo lugar - en el orden inverso al cronológico- el libro de Kawabata. Al decir plagio me refiero al contexto tan particular que ambos pretenden transmitir y que en el caso de Mis putas tristes no es tan sencillo como tu lo planteas. Para mi ambos libros hablan del poder y la muerte y utilizan a las jovenes que duermen como el objeto del poder y a los ancianos como el dolor que les produce la imposibilidad al final de sus vidas para sustentarlo.
    En todo caso, las dos obras transmiten la brillantez de sus autores.

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  5. De libros y memoria.

    Para ambos contendientes.

    “Para convencerse de que todo libro del que hablamos es un libro-pantalla, a la vez que un elemento de sustitución en esa cadena interminable que es la serie de todos los libros, basta con llevar a cabo un experimento sencillo consistente en confrontar todos los recuerdos de un libro apreciado durante nuestra infancia con el libro “real” para comprender hasta qué punto nuestra memoria de los libros, y sobre todo de aquellos que nos importaron hasta el extremo de convertirse en parte de nosotros mismos, es reorganizada sin cesar por nuestra situación presente y sus requerimientos inconscientes.
    Ese carácter de libro-pantalla concede un lugar principal a lo que el lector sabe o cree saber del libro, y por consiguiente, a los enunciados intercambiados a su alrededor. En gran medida, los discursos que pronunciamos a propósito de los libros conciernen en realidad a otros discursos pronunciados sobre libros, y así hasta el infinito.
    […] En el seno de esos discursos, aquellos que nosotros mismos pronunciamos ocupan un lugar nada despreciable. Y es que nuestras propias palabras sobre los libros nos distancian de ellos y nos protegen tanto como los enunciados de otros. En cuanto iniciamos la lectura, e incluso antes, comenzamos a hablar con nosotros mismos, y más tarde con otros, sobre esos libros. A partir de entonces, recurriremos a esos discursos y opiniones, relegando lejos de nosotros los libros reales, convertidos para siempre en hipotéticos.”

    “Cómo hablar de los libros que no se han leído” Pierre Bayard ed. Anagrama

    Un ensayo de título provocador, muy recomendable y ameno, sobre la lectura de libros.

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  6. Bienvenidas las opiniones sobre el libro que ese otro libro recuerda y el recuerdo de aquel libro que nació de otro libro interminable: el que habla del circulo infinito de los libros leidos y no leidos.
    Sugestivo titulo el del libro de Bayard.

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