lunes, 3 de octubre de 2011

Birmania laboriosa y auténtica



En Birmania (Myanmar) más del 60% de la población es campesina. El trabajo manual es visible por todas partes, en el campo, en las casas, en las calles... Y el mimo con el que tratan y presentan las cosas. Por ejemplo las hojas de betel que envuelven la nuez de la misma planta, la cal roja y especias diversas y se mastican como "estimulante apacible". Así pueden verse en los mercados, generando preciosas formas circulares o geométricas. La familia es el centro que da sentido y equilibrio a la existencia. Dice el exiliado escritor birmano Khoo Thwe que en Birmania, "la Tierra es redonda en la escuela y plana en casa". Belleza y tradición en estado puro. Sin apenas contaminación occidental, por el momento.


2 comentarios:

  1. Hola Cechu, que gusto leer por fin tu entrada sobre los días que convivimos con Nu Nu, me gusta lo que has escrito y como lo has escrito; hasta me he creado un blog que todavía no se como llamar para poder comentarte algo. Tengo que decirte que me ha emocionado, es decir lagrimones como membrillos. Falta una referencia a los pies descalzos para recorrer los lugares sagrados (casi todo lo que vimos)en algunos casos esquivando macacos. Y por cierto ir a Birmania es dar un salto de muchos años pero no se si atrás o adelante.
    Por cierto felicita a Marga por las fotos, recuerdo cuando me apartó para sacar la foto al betel, veo que mereció la pena apartarse. Un abrazo

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  2. Apartarse no es facil. Y cuando te tocó lo hiciste con elegancia. Doy fé. Espero que Marga no te dejará marca. Si te la dejo, ya sabes, por mi no te cortes en pedir la correspondiente indemnización.
    Tienes razón en lo de adelante o atrás, sobre todo descubriendo a la vuelta lo loco y desnortado que se ha vuelto este mundo occidental.
    La verdad es que no me había dado cuenta que desde que volvimos ando por casa mucho más descalzo que antes. Cualquier día me quito en una guardia los zuecos y los dejo a todos de una pieza.
    Un abrazo amigos y no cojais vicio con el betel. No ls hagais porretas como Diego llamaba a las viejillas del puro de maiz.
    Oye y pasame los datos del blog. Un abrazo, amigos.

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