domingo, 7 de abril de 2013

El mejor cine de 2012 (más allá de los Oscar)


"Más allá de las colinas" de Cristian Mungiu, autor también de la magnífica "4 meses, 3 semanas y 2 días" que, en 2007, se llevó la Palma de Oro de Cannes. El director de mayor talento del nuevo cine rumano, demasiado poco conocido si nos atenemos a su valor cinematográfico. "Más allá de las colinas" es un guión adaptado de las novelas de Tatiana Nicolescu Bran, basadas en un hecho real ocurrido en el año 2005 en el monasterio de Tanacu (Rumania). El film está ambientado en una comunidad-convento ortodoxo en el que el tiempo parece haberse detenido siglos atrás.
Es una historia tremenda que resume en sí misma los temas universales del cine y la literatura: el amor, la amistad, el bien y el mal, la religión, la libertad...
Y lo hace con una imagen poderosa, profunda, de una textura especial capaz de vincular a la perfección el color, la cámara y la palabra. Con una luz purísima que obliga al espectador a doblegarse al relato, al tránsito de desvalidos personajes, al destino inevitable, al dolor del pecado, a la humanidad de la duda... Serena e implacable, transcurre toda ella en el ámbito de la conciencia, sin juicios de valor, con las vísceras encogidas en escenas y planos fijos que por momentos transmiten una ternura infinita y en otros aproximan de forma tan natural a la locura colectiva que sitúan al espectador en medio del drama, como un voyeur paralizado por el dolor histórico que se abate sobre el monasterio. Un dolor secular que tantos seres humanos, empujados por la ignorancia y la pobreza, han sufrido en aras de la fe y del Dios feroz e insaciable que exorciza y crucifica a los libres de corazón. 
Es una película pictórica, una sucesión de cuadros antiguos que finaliza con un plano en negro, para recordar que por mucho que creamos haber dejado atrás la barbarie, ésta volverá cuando menos lo esperemos. Original, dura y brillante. Un 9 largo.


"Las sesiones" de Ben Lewin. Mucho mejor para mí que "Intocable". Con el mismo tema de fondo: la discapacidad, la felicidad y la vida. Pero más honesta, menos previsible y más sutil. Inspirada en un artículo -"On Seeing a Sex Surrogate"- publicado por Mark O´Brien en la revista literaria The Sun, en el que describía sus sesiones de aprendizaje con una terapeuta sexual, intentando experimentar el tipo de relaciones íntimas y estables que los varones "normales" mantienen con las mujeres. En otras palabras, perder a sus 38 años, con seguridad y tino, la virginidad a la que la polio y el pulmón de acero al que está encadenado durante la mayor parte del día, le han abocado aparentemente sin remedio.
Quizás por el hecho de que el propio Lewin contrajo de niño la poliomielitis, el guión rezuma cariño y cuida al personaje de Mark con un mimo inmenso. De tal manera que resulta delicioso y conmovedor. Pleno de inteligencia, chispa, poesía y honestidad. Abordando un tema tan difícil como el sexo y la discapacidad . Desde la naturalidad, la ironía, la elegancia, el optimismo y el humor. Extraordinaria la capacidad para seducir a las mujeres -y a los hombres- de este parapléjico ilustrado que convierte, con su gran sentido y sensibilidad, la habitual compasión y empatía -desde la superioridad física- que este tipo de personajes inducen en el espectador, en verdadera y sentida admiración. Y que consigue acercarnos sin aspavientos al temor, a la ilusión y a la esperanza que sus "sesiones" le producen. Magnifica Helent Hunt, tan segura de sí misma vestida como desnuda, tocada inesperadamente por el impacto emocional que el encuentro con un ser humano tan singular como Mark, le produce. Un impacto emocional, al que sin temor a equivocarnos, también podríamos llamar amor. Contenido sin duda, pero amor al fin y al cabo. Deliciosa, repito. Otro 9 largo.



"Profesor Lazhar" de Philippe Falardeau. Escuela y civilización. Siguiendo la fecunda producción del cine francófono en este género: "La piel dura" de Truffaut, "Hoy empieza todo" de Tavernier, "Los chicos del coro"... El aula como espejo de la vida, del miedo, del rechazo, del encuentro... Partiendo, en este caso, del inexplicable suicidio de una profesora y de una extraña conspiración de silencio que traza tabiques de soledad entre los niños, loas profesores y las familias de una sociedad decadente. Donde el contacto, el abrazo, la colleja... están prohibidos. Donde la distancia se enseña y se aprende. 
Y a ese adverso escenario llega por casualidad -o por exclusión-, un inmigrante sabio, un exiliado procedente de una  tradición milenaria de tolerancia y mestizaje. Para llenar de preguntas las respuestas, para estar disponible y dispuesto a traspasar las fronteras del estricto cumplimiento de la obligación profesional. El profesor Lazhar aprende mientras enseña y en su propio aprendizaje encuentra el hilo para desenredar la madeja de la desconfianza y el miedo. Para recuperar la cultura del esfuerzo y la superación. En su conjunto, la película constituye toda una reflexión contemporánea sobre la educación, los métodos de enseñanza, las claves para retomar el rumbo perdido en la sociedad postmoderna. Un relato lleno de sutilezas, con un personaje infantil deslumbrante de enormes ojos y mirada profunda: Sophie Nélise. Capaces por si solas de superar los lugares comunes que con frecuencia invaden las historias que suceden en la escuela. Cine y pedagogía. Un holgado 8.5

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