domingo, 15 de noviembre de 2009

Desmemoria


En los últimos tiempos crecen los indicios que confirman la necesidad de recuperar la memoria histórica en este país. Seguramente por eso proliferan las manifestaciones culturales que lo procuran, en contrapunto a las maniobras que dificultan el reconocimiento y la justicia para con las victimas del golpe militar del 36 y la larga dictadura franquista.
Desde la aprobación, el 26 de diciembre del 2007 por el Parlamento de España, de la Ley de la Memoria Histórica no han cesado de aparecer obstáculos para su desarrollo. Tal parece que el miedo con el que Franco y los fascistas nos sometieron durante decádas, aún no esté del todo conjurado.
Por ejemplo, nadie fuera de España entiende el acoso sin precedentes que el juez Garzón está soportando por cruzar la línea que la delicada transición política española dejó para mejores momentos. Cualquiera que lea el auto del 16 de octubre del 2008 en el que el magistrado declara abierta la investigación sobre los crímenes del franquismo, no podrá encontrar otra cosa que la búsqueda de justicia y dignidad para las víctimas. Algunos jueces, determinados políticos y ciertos medios de comunicación están, sin reconocerlo abiertamente, mostrándose como herederos y defensores del legado de la dictadura. Podría, por tanto, pensarse que son demócratas porque no tienen más remedio. ¿Qué es, si no, lo que defienden? ¿A alguien pueden quedarle dudas sobre la represión, sobre el olvido que miles de familias españolas han tenido que sufrir durante tantos años? ¿Qué sentido tiene bloquear un justo y reparador final para aquellos que hasta ahora no han podido siquiera enterrar a sus muertos y en algunos casos se vieron obligados a convivir toda la vida con sus verdugos?
¿Por qué el actual gobierno de Galicia quiere dedicar la isla de San Simón, donde cientos de republicanos fueron recluidos y torturados, a un centro de arte contemporáneo, cerrando la exposición permanente sobre nuestra memoria historia que allí estaba abierta con abundante documentación sobre la barbarie franquista? ¿Acaso, como bien le preguntó una parlamentaria del BNG al conselleiro del ramo, dedicaría usted Auschwitz a algo parecido? ¿Es la constatación del rechazo a continuar las medidas que el bipartito desarrolló para la recuperación de la memoria histórica, que un portavoz del actual gobierno gallego hizo en sede parlamentaria? ¿Dónde queda la resolución aprobada por unanimidad en octubre del 2008 por el Parlamento de Galicia que instaba a la Xunta a proseguir dichas acciones? ¿Cambian las cosas cuando se alcanza la mayoría absoluta? ¿Y la defensa de la estatua del coruñes “de pro”, Millán Astray? ¿Qúe es ese cuento de no abrir viejas heridas cuando a las victimas no se les ha permitido cerrar aún las suyas?
Por mucho que se empeñen algunos en prolongar el silencio y el olvido, las últimas fosas comunes que se abrieron en Europa no fueron en los Balcanes, sino en España y en Galicia. Teo Manuel Abad nos lo cuenta en “Flores Tristes”, un excelente documental proyectado en el último festival de cine de Ourense, con los testimonios de muchas familias gallegas, desde A Fonsagrada hasta Porriño. Familias, que conociendo las cunetas donde sus seres queridos estaban enterrados, debieron callar hasta ahora para “no tener problemas”.
Por eso es necesario que continue el trabajo de campo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Se estima que los restos de más de 130.000 “asesinados” por la dictadura quedan aún por recuperar. Y la llegada de nuevos documentales como “Señora de” de la gallega Patricia Ferreira. Un documentado trabajo sobre la oscura Sección Femenina. En él, algunas madres solteras de entonces nos cuentan su reclusión en reformatorios bajo su cargo, sin otra opción que ser “o putas o tolas”. No hace mucho de esto. ¿Quién teme a la memoria? ¿Quién se defiende en el olvido? ¿Por qué razón?

1 comentario:

  1. Estupendo y justo recordatorio Chechu .Yo no se las respuestas, ¡ ya quisiera ¡ .... A veces los oigo hablar y me da miedo, SI, creo que son demócratas por que no les queda mas remedio, quizá no todos pero si muchos y la mayoría de sus lideres.

    Ahora, nosotros, 2º y 3º generaciones después de la guerra civil reivindicamos el Recuerdo Histórico, la restitución y la libertad de las familias para hacer con los restos lo que crean conveniente. Yo al menos, quiero esa parte de mi pasado reciente que me pertenece y quiero que sea publico y se pueda aprender de él. No quiero violencia, ni juicios ni ejecuciones, solo verdad. Y si alguien teme la verdad -será que se siente cerca de la culpa- ......... aquí tenia que poner interrogaciones pero no puedo, tu sabes porque...jejeje

    Graciñas por tus deseos y por tu cariño que siento tan cercano. Estoy bien. BICOS

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