miércoles, 30 de diciembre de 2009

Releyendo los periódicos

Discutibles reflexiones que suscita una sosegada lectura de la prensa. En ellas encontrareis subrayado el link del periódico y el artículo o la noticia en cuestión. Espero que este nuevo formato sea de interés.

Nunca he soportado las fronteras. Las patrias, las doctrinas, las naciones sólo han servido para incomunicar a los seres humanos y llenar de incomprensión y prejuicios los corazones. Pertenecer a un grupo, abrazar un credo, tranquiliza, nos aleja de la soledad que somos, pero nos envuelve en un letargo mental por el que asoman la enajenación y diversas formas de violencia. Por eso me encanta leer a aquellos que han combatido siempre las fronteras como el italiano Claudio Magris, un soldado literario contra el pensamiento y el sentimiento único. Os recomiendo el artículo en que otro de esos ilustrados de la civilización, Vargas Llosa, defiende desde su personal interpretación de Magris,el poder de la literatura para hacer mejores a los seres humanos.

“Las palabras son actos”, dijo Sartre. También Gabriel Celaya afirmó algo parecido, refiriéndose a la poesía, en un momento complicado de nuestra historia. Hoy en día, ese tipo de frases sólo son ciertas si el que habla o escribe no renuncia a la complejidad y al discurso matizado, alejado de etiquetas definidas, simples y maniqueas. Vivimos tiempos en el que el matiz por si sólo es políticamente incorrecto. Diría más, el matiz comienza a ser más transgresor que el exabrupto. Cambian los mundos, cambian los hombres.

Pero lo peor de esta postmodernidad simplista y embrutecedora es que aún quedan demasiados “parabolanos” disfrazados de defensores radicales de la Libertad con mayúsculas. Palabra que así escrita ahora ya me asusta.

Las palabras nobles sólo toleran las minúsculas. Así, en humildes y profundas minúsculas define Magris su amplia definición de la palabra “laico”: “es quién sabe abrazar una idea sin someterse a ella, quien sabe comprometerse políticamente conservando la independencia crítica, reírse y sonreír de lo que ama sin dejar por ello de amarlo; quien está libre de la necesidad de idolatrar y de desacralizar, quien no se hace trampas encontrando mil justificaciones ideológicas para sus propias faltas, quien está libre del culto a sí mismo”. Compleja definición escrita precisamente para que nadie esté completamente de acuerdo. En todo caso ser laico es algo más que tener una postura concreta ante las religiones. Es sobre todo atreverse a pensar con libertad.

Las palabras confortan, acercan, construyen, destruyen, alejan…, pero nunca son universales por muy bellas o sinceras que parezcan. Se nutren de la individualidad de quien las escribe, pronuncia o interpreta. Son nuestra mayor riqueza y, al tiempo, la demostración de la inmensa soledad que somos.

Cuando pienso en estas cosas y leo las noticias que dan cuenta del “nuevo” Código Ético del PP -enorme monumento a la hipocresía política más descarada-, no puedo por menos que rememorar el maltrato a la inteligencia, al pensamiento y a las palabras que Rajoy y su partido, llevan años perpetrando. Su hoja de servicios es enorme: conspiraciones múltiples, ausencia del más mínimo compromiso con el país que dicen defender, confrontación en vez de debate, falsas acusaciones como única arma dialéctica... Confianza ciega en que la rapidez y la levedad de los minúsculos tiempos políticos que vivimos, aleje de ellos el cáliz de sus vergüenzas sin asumir nunca responsabilidades ni errores. Por mucho que las encuestas hoy les conforten, este país no puede dar por válida esa lamentable forma de hacer política. Por muy mal que lo haga el PSOE –está por ver si el PP lo haría mejor-, Rajoy debe seguir perdiendo elecciones hasta que cambie. Hasta que su partido se homologue no con Berlusconi –ahora es a quién más se parece; véase a Camps, Fabra y compañía-, sino a Merkel o a Sarkozy. Conservadores que no hacen política de bajos fondos, que proponen un discurso matizado, en definitiva un discurso laico. Derechas responsables, con sentido de estado, que no desarrollan tácticas de tierra e instituciones quemadas con el único objetivo de, al precio que sea, llegar con piloto automático al poder. Se trata de aprovechar, como única estrategia, cualquier circunstancia para acentuar el desgaste inmediato del gobierno, sin pensar en los intereses generales del país ni molestarse en perfilar su supuesta alternativa. Mientras no cambien en su modo de hacer oposición, insisto, no debemos darles la opción de gobernar. Estaríamos bendiciendo un indeseable modo de comunicar políticamente con la ciudadanía que lleva camino de instalarse permanentemente entre nosotros.

Y además que nadie se engañe, sobre todo aquellos a los que el PP pretende llegar con argumentos espurios: su toma del poder conlleva que educación, sanidad, medio ambiente, cultura, protección social... pasen a segundo plano. Ved como ejemplo la acumulación de noticias que llegan de la Galicia de Feijoó, un posible sucesor de Rajoy que busca mostrar otros perfiles, pero que resulta ser, en los hechos, más de lo mismo.

Laicos de nuevo. ¡Quién nos diera a líderes conservadores como Sarkozy que proponen políticas razonables, de futuro, abiertas al debate, imaginativas, para hacer país desde el consenso político y ciudadano! Interesante su apuesta por el gran préstamo a sectores punteros, a la investigación, a la biotecnología, a la universidad, a las empresas que opten por un desarrollo sostenible. Aunque el endeudamiento público de Francia sea superior al de España, él tiene claro que lo que ahora toca es empujar la economía en una buena dirección. Muchas empresas españolas de construcción y energías renovables han entendido la solidez de la apuesta y están creando empleo en nuestro vecino país. Ahora bien, Sarkozy cuenta con la ventaja de no tener una oposición que sólo busca “el contra peor, mejor” y pone siempre palos en cada nueva rueda que se intenta poner en marcha. Sólo por el hecho de que es Zapatero el que la dirige. ¡Tan burdo, tan repetido que hasta el Rey se da cuenta y le pide al piloto automático que cambie por Navidad!

Dicho esto… ¿Y si ZP no vuelve a presentarse? Interesante reflexión de José Luis Álvarez en “La cuarta página” de El País que muchos compartimos. El actual presidente ha hecho muchas cosas por España y la historia lo reconocerá: una oposición constructiva cuando le tocó ese papel con pactos de gran importancia en política antiterrorista, los impensables hace pocos años avances en derechos sociales, la generosa contribución a la búsqueda de la paz en Euskadi con movimientos que, desde el riesgo, han dado como resultado el momento de esperanza que vive ese hermoso país vasco… Y otras cuestiones que el tiempo dejará apreciar.

Pero el coste de la confrontación permanente que ha sufrido y focalizado en su persona, sumado a claros errores en los tiempos previos a la crisis y en su actual gestión, a una cierta deriva oportunista y conservadora en esta última época y a la necesidad de un discurso ilusionante para el país que él ya no parece capaz de enhebrar, aconsejan que otra figura emerja con nuevos mensajes, con credibilidad renovada. Hay mucha gente en el PSOE capaz de ello y en buenas posiciones de salida: Rubalcaba, Pepiño Blanco (muy sólida y bien valorada su gestión en Fomento: véanse sus comparecencias a petición propia en el Parlamento para explicar sus medidas y la opinión de Xosé Lois Barreiro en La Voz de Galicia), Elena Valenciano, etc… En cualquier caso la decisión apremia.

Desde mi punto de vista, Zapatero haría bien en centrarse en la buena marcha de la Presidencia española de la CEE y permitir/ promover que otro inicie la carrera electoral e incluso capitalice sus propios éxitos europeos. Sería, sin duda, un buen y generoso broche a su extensa contribución a la política española.

Y para acabar, dar la bienvenida al proyecto del gobierno para equiparar a las empleadas del hogar con el resto de trabajadores a través de su cotización desde la primera hora de trabajo. (ver aquí: http://www.elpais.com/articulo/economia/empleadas/hogar/cotizaran/primera/hora/trabajada/elpepieco/20091221elpepieco_6/Tes) Justo y matizado. Laico. Oculto entre las noticias que informan de la enésima bronca política de aquellos para los que lo importante no este tipo de cuestiones sino la sacrosanta cohesión del grupo al que pertenecen. Con lazos de sangre, pensamiento y sentimiento únicos. No es casual el origen italiano de Magris.

7 comentarios:

  1. Me gusta leer, disfruto y aprendo siempre cuando lo hago. Me gusta Vargas Llosa escritor NO me gusta Varga Llosa político, no puedo olvidar su intervención en la campaña presidencial Chilena de 1989 apoyando al delfín del dictador Pinochet Hernan Buchi. A partir de entonces no he leído nada suyo, no lo puedo evitar, tampoco hago nada para hacerlo, hay otros grandes escritores.
    Me gustan las palabras aunque en ocasiones mienten......... me gustan los actos sin palabras y las miradas, los gestos, la proximidad y la soledad cuando la elijo.
    No me gusta la política ni los políticos que tenemos, me machacan la cabeza, me desesperan, me aburren ..... ¿ que les pasa? ¿no tienen a nadie que les sonría y que les silbe? ¿ no saben la importancia de lo que está en sus manos?............ imagino que desaparecieran, imagino un mundo sin políticos , solo hombres justos trabajando para que el país chutara, como científicos en sus laboratorios, anónimos, tomando las decisiones pertinentes y oportunas, sin ansias de poder ......... si, es una utopía, lo se.
    También me gusta tu poema Chechu es inmensamente suave e intenso.
    Beso

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  2. Comparto tus sensaciones en cuanto a Vargas Llosa. Durante un tiempo deje tambien de leerlo, pero escribe tan bien... Me recupero con Memorias de la niña mala. Es muy bueno como escritor, un superdotado. Y ultimamente se mete menos en politica. De la politica es ciertop que dan ganas de bajarse. Pero la realidad es que los que vienen a Españ y ya estan en Galicia son tan peligrosos que de alguna forma siendo necesario tomar partido. Un beso

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  3. El rechazo de la política o la aversión a la misma es un problema grave.Su origen es anterior a estos tiempos de figuras poco brillantes.De broncas odiosas, de malos modos:eso puede ser circunstancial y refuerza el menosprecio de la tarea política.
    El tema viene de la longa noite da pedra,en que se trabajó a conciencia para despretigiar una dedicación que conlleva, en principio, un espiritu de servicio a la ciudadanía.
    Ha calado tanto...que hay que pensarse muy bien si se dice o no que la política interesa, más allá de personas y circunstancias,o que se valora el compromiso-laicamente como tu apuntas-sin convertirse en borrego carente de criterio.
    Bueno, yo valoro la política.Me gusta el trabajo político.Me enorgullece mi compromiso político.Lamento que no afloren y estén en primera fila muchos talentos que le darían brillo.Los partidos son máquinas imperfectas, pero no más que otros grupos de trabajo profesional de cualquier tipo:en todos se queda mucha gente por el camino y se hacen visibles mediocridades y se producen zancadillas:somos seres humanos.Pero no mejoraremos nada si no contribuímos a ello.Para poder criticar hay que mojarse, preocuparse, informarse, aportar...con decir que todos los políticos son iguales, o que la política no nos interesa no solo no vamos a ningún sitio, es que perdemos el derecho a la queja y a la exigencia, que en eso somos super expertos.
    La poesía relaja, distiende, une en la emoción...¡Bienvenido a la poesía, amigo!

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  4. María Jesús, un problema es que los interesados en el descrédito de la política son los mismos que antes. Los franquistas acuñaron aquello de apolítico de derechas. Los herederos del PP hacen lo mismo. Están encantados extendiendo la tinta del calamar para todos. Es lo que han hecho con el Gürtel y lo están logrando a juzgar por las encuestas. Saben que la abstención masiva es su mejor escenario para recuperar el poder que siguen entendiendo como su patrimonio. De ahí el furor con el que atacan desde inicios de los noventa (ver el artículo de Ignacio Muro).
    Pero el segundo problema es que la izquierda no está encontrando la forma de diferenciarse con claridad de tener un discurso propio como antes sí ocurría. La izquierda está compitiendo en el escenario que la derecha quiere. No encuentra la forma de situar los valores en medio de tanta competitividad electoral. Lo menos laico y librepensador que existe. Sólo resultados que exigen una absoluta cohesión del partido para no ponerlos en peligro.
    De ahí la desafección por la política, de esa interminable campaña electoral en la que parece que vivimos.
    Pero estoy de acuerdo contigo. La politica es de la pocas cosas que sólo se pueden mejorar entrando de alguna forma en ella. Además todo es política. Cada cual debe buscar el lugar desde donde quiere y puede hacerlo. En mi caso prefiero en este momento ir por libre y pugnar por seguir siendo sujeto de la historia que nos toca desde la individualidad crítica y constructiva. Desde el ambito de la radicalidad laica y la ciudadanía. No veo/siento otro por ahora.
    De acuerdo con la poesía, única expresión artística eterna y universal.

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  5. Claro que todo es política ¡¡¡¡ Mi postura es política y viene de la preocupación y el interés por la situación actual. Se que hay buena gente trabajando ahí, tengo cerca personas que se dejan la piel cada día trabajando contracorriente para que esta ciudad sea un poco mas limpia, mas culta, mas vivible. Mi comentario surge de tu "articulo" en el que hablas del PP y ZP ......... este dúo adinámico es lo que me desespera. No tenemos izquierda (¿esta dispersa? ¿confundida?) y la derecha se fue tan a la derecha que se salió del mapa.
    Pero como soy humana y sigo viviendo en sociedad seguiré haciendo política ( zoo politicón) ..........
    Bico.

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  6. Hola, después del tirón de orejas que nos diste a los de Logroño por no entrar al blog, hoy me he dado una vuelta por él y me he encontrado con este interesante debate sobre la política,y aunque me da un poco de verguenza opinar, quiero añadir que aunque estoy de acuerdo en que la devaluación de la política viene dada por la esclavitud al voto, parece que estemos siempre en campaña electoral, reduciendo la política al eslogan y disfrazando las verdades para que no nos perjudiquen...etc., Otro gallo cantaría a la izquierda si tuvieramos políticos armados de ideas (como dice Daniel Innerarity en su artículo "ideas para la izquierda"), con la valentía suficiente para tomar decisiones impopulares aunque beneficiosas para el país a largo plazo, y con la pedagogía suficiente para contarnos por qué se toman esas decisiones. (como se te hecha de menos Felipe Gonzaález..) Z.P es demasiado complaciente. Un ejemplo, yo soy funcionaria y sin embargo creo que nos tendrían que haber congelado los salarios. Rubalcaba podría dar ese perfil? No sé pero no se trata solo de hayar un perfil, sino de que el PSOE recobre ese modo de hacer política.

    Besos, Yolanda

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  7. Absolutamente de acuerdo contigo Yolanda. Me encanta que te refieras a Innerarity. Se trata no tanto de jugar el partido en otro escenario sino de jugarlo de otra manera. Pero no debe ser fácil. Lo de dos no riñen si uno no quiere no sé si es aplicable en política. El mundo se ha vuelto mucho más complicado.

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