Un país que esconde la alegría, constitucionalmente prohibida, pero que brota espontanea e ingenua en las casas, en las reuniones de amigas en los parques, en el amor escondido entre los setos...
Una nación religiosa, ahora sometida al poder de los clérigos...
Y al tiempo, llena de futuro con todos los niños escolarizados y una mayoria de mujeres en la Universidad. En Irán sin duda alguna, las reformas llegaran, más temprano que tarde de la mano de las mujeres: práctica, sensible, generosa...
Con una estética distinta a la nuestra, en la que los detalles tienen el valor del que los conoce, aprecia y disfruta... Como siempre ha sido la rebelión silenciosa de la cultura y la personalidad propia, imposibles de someter por muy fuerte que sea el opresor.
Chechu, amigo, tienes el blog "gripado". (Chesi)
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