domingo, 21 de febrero de 2010

Colusión

Encuentro de varios a los que sólo une el interés de machacar a un tercero. Mucho más sutil que la conspiración. Y mucho más peligroso para la víctima. Cuando las cosas ruedan por sí solas y el enemigo pasa por la puerta con cara de cadáver, ya no son necesarias reuniones ni conciliábulos. Basta con aprovechar la oportunidad que brinda el destino, colaborando en la caída del inminente difunto con un empujoncito de cosecha propia.
Dicen que el odio y la revancha hacen extraños compañeros de cama. Y que la venganza se sirve en plato frío. En ese tipo de trance se halla Baltasar Garzón. Atrapado en la pinza formada por las denuncias de la extrema derecha y las discutibles interpretaciones de sus compañeros de profesión en cuanto a la legalidad en la tramitación de algunos procesos por él instruidos.
Siempre es igual con Garzón. Para los beneficiarios políticos de sus iniciativas, un héroe. Como antaño lo fue en el caso GAL para el PP y su entorno mediático madrileño. Y para los perjudicados, un villano. Entonces la izquierda, hoy la derecha. Aunque esta última, después de aquel corto romance, ya hace tiempo que le tiene ganas. Pinochet, Gürtel, la recuperación de la justicia histórica...: demasiados callos para no despertar al podólogo.
Y en estas llega la ultraderecha franquista disfrazada de Manos Limpias, el instrumento en el que se ha refugiado para sobrevivir. Y consigue que un justo y necesario proceso general para investigar y juzgar los crímenes de la dictadura, se convierta en una causa sobre prevaricación en los procedimientos procesales del juez instructor. O sea, de un juicio contra Franco a un juicio contra Garzón.
No puedo valorar si existe base jurídica para este radical cambio de escenario. Si realmente el juez ha retorcido la ley en exceso en una irresponsable huida hacia adelante. Si las prisas mediáticas o la adicción al estrellato le han jugado una mala pasada. O si sólo es un efecto más de la colusión de odios y envidias en el que parece haberse convertido la cúpula de nuestro Poder Judicial. En cualquiera de los casos, lo lamentable es haberle regalado entre unos y otros, a la Falange Española y de las JONS, un auto de procesamiento contra un juez de la democracia. A río revuelto, intolerable ganancia de rancios y funestos pescadores.
Pero dicho esto, diré también que no estoy de acuerdo con los que se rasgan las vestiduras y llaman a rebato. Incluido el santo advenimiento de figuras internacionales del Derecho. Así nunca saldremos de la dinámica amigos o enemigos. Ni toda la razón para los que defienden a Garzón como a un mártir de la izquierda maltratada, ni para los que creen que se lo tiene bien ganado por ir de “sobrado”, por buscar la notoriedad a cualquier precio, por haber pasado por encima de muchos compañeros buscando la gloria y los titulares de prensa.
No podemos renunciar a creer en la ecuanimidad de los que van a juzgar al juzgador. Por encima de las presiones de uno u otro lado. Al margen de animadversiones personales más o menos justificadas. Lo que decidan bien decidido estará. Ahora bien, espero y deseo que “el Juez Campeador” tenga suerte en este díficil momento. En todo caso, que cada palo aguante su vela y si existe alguna sospecha fundamentada de que se actuó contra él por envidia o por el fruto de insospechadas colusiones, que siga la bola.
Así, alguna vez este país, paraíso de los pecados capitales, dejará de ser el lugar ideal para asestar puñaladas traperas. Y sobre todo, acabará siendo posible, con este u otro magistrado, que la justicia y el honor dejen descansar en paz a nuestra historia reciente. Muchos hombres y mujeres que se dejaron la vida en ello, lo merecen. Ellos nada sabían de espurias colusiones.

4 comentarios:

  1. Para colusion o dos pseudoperiodistas do Marca co Barcelona. Un bo resultado hoxe en Alemania. A ver qué pasa dentro de quince días. Saudos, Chechu.

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  2. "Amicus Plato sed magis amica veritas" que se traduce (más o menos) como "Soy amigo de Platón, pero soy más amigo de la verdad". Suena muy bien como ideal, pero parece dificil de llevar a la práctica. Cuando tenemos que enjuiciar a algo o alguien es muy dificil desprendernos de nuestra mochila: filias, fobias, prejuicios,sentimientos...Sin embargo en un juez, la imparcialidad y la adhesión inquebrantable a la ley ("dura lex, sed lex")se le supone sin prueba previa; esta es la base de nuestro sistema judicial y para que funcione bien nunca debería haber dudas sobre ninguna de estas dos cuestiones. Para mí el problema no está en si Garzón quebró o no la vara de la justicia, puesto que nadie está libre de cometer errores, sino en la desconfianza apriorística hacia la imparcialidad del resto de los jueces. Si se retira el voto de confianza a las instituciones encargadas de administrar justicia entonces será inevitable la deriva al partidismo.

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  3. Estoy muy de acuerdo, Jabg. Pero la realidad es que existe esa desconfianza. No solo al resultado de la administración de justicia sino a la actitud "a priori" de los juzgadores. Creo que, producto de la lógica desconfianza hacia la magistratura a la salida del franquismo, se introdujo un excesivo control partidista de las instituciones juridicas con lo que realmente no tenemos una verdadera división de poderes. Los dos primeros, el legislativo y el ejecutivo, es lógico que dependan de los votos de los ciudadanos. Pero el judicial no tiene nada que ver con la representación y su cupula debería elegirse y manejarse por criterios de conocimiento y libre concurrencia. O sea "inter pares" con los procedimientos de control para evitar puñaladas traperas que ellos mismos, esto sí que con la aprobación del legislativo, generen. Y sin esas mafias de asociaciones judiciales que quieren controlar los procesos de nombramientos. Es como si la CEMS nombrara a los Jefes de Servicio. Cosas veredes.

    Gracias Juan Carlos. Pero si este año conseguimos algo, será para santificar a Pep. Un abrazo

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  4. Que se apunten a prejuzgar a garzón los implicados en el caso Gurtel, lo entiendo,entiendo que los falangistas se revuelvan , lo que no entiendo, y forma parte de lo que Chechu comentaba, es esa legión de abogados, jueces y ciudadanos de a pié,algunos incluso de izquierda que porque Garzón les parece presumido , arriesgado ,demasiado comprometido o simplemente valiente se lancen a lapidarlo . ¡¡Parece que Garzón fuese el gran problema del país¡¡ solo porque no es perfecto...¡Pobre país¡

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