sábado, 9 de febrero de 2013

El escándalo del Staffordshire


Sobre el tema de la novela "Hagan sitio, hagan sitio" de Harry Harrison suscitada en el buen debate que se está celebrando en el post "Chapuza", y que de una forma más o menos directa entronca con la llamada del ministro japonés al harakiri geriátrico como la renovada aportación a la salvación de la patria que en su día hicieron los kamikaze, me interesa la responsabilidad individual de los trabajadores sanitarios en el escándalo del Hospital Staffordshire. Un asunto que a mí me recuerda mucho al libro "La casa de dios" de Samuel Shem que relata la vida cotidiana de un hospital norteamericano en los años 70 (post Vietnam) y, desde el ácido humor, dibuja un panorama de pacientes ancianos (los gomer) como meros "sufrientes" de las diversas formas de crueldad administrativa que pueden ocurrir en un hospital.

   
Pues precisamente la responsabilidad individual ha sido especialmente enfatizada en el informe y el catálogo de 290 recomendaciones para el NHS que, al hilo del caso, ha hecho la comisión de expertos que ha estudiado el caso de las muertes "innecesarias" en ese centro en los años 2005 a 2008. Y que serán de obligada aplicación en la sanidad pública británica a partir de ahora. Entre ellas destacaría la siguiente: "el personal del NHS -es decir, médicos, enfermeras, gestores...- deberá afrontar sanciones penales si encubren sus errores o los de sus colegas o los de su hospital en el trato que dispensan a los pacientes". Todo un alegato contra el corporativismo, pero también un reto y una contradicción en tiempos de recorte del gasto sanitario. Y, sobre todo, una obligación personal que será más importante de lo que creemos en los próximos años. Sin duda relacionada con la libertad de información a los medios de comunicación, puesta en entredicho recientemente por la actual Gerencia del Área Sanitaria Integrada de Ourense.
Y que más allá de elementos menores que puedan prestarse a una valoración simplista -o más o menos demagógica-, ha sido contestada en un excelente análisis de la asesoría jurídica del Colegio de Médicos de Ourense, que en uno de sus párrafos afirma: "...el SERGAS no puede pretender una limitación absoluta del derecho de expresión o información de su personal cuando su contenido se refiera a anomalías, irregularidades o situaciones en las cuales el ciudadano, último destinatario de los Servicios de Salud, tiene un interés directo en el conocimiento de cómo funciona un servicio público cuyo fin es su protección."
Atentos a estos espinosos temas. Seguir, mientras tanto, los comentarios del post "Chapuza". No tienen desperdicio.

2 comentarios:


  1. Con respecto a la Gerencia del Área Sanitaria Integrada de Ourense, sólo decir que: donde hay un@ tont@ hay un peligro constante.

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  2. Una opinión interesante que relaciona lo que está ocurriendo en España con lo ocurrido en Reino Unido. Del presidente del Sindicato mayoritario de Enfermería en España (SATSE):

    http://www.actasanitaria.com/opinion/punto-de-vista/articulo-la-experiencia-britanica-por-que-no-aprendemos-de-los-errores-ajenos.html

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