domingo, 24 de febrero de 2013

Impunidad

El presidente del gobierno cree que somos tontos. Y puede que tenga razón. Su triunfal salida del debate sobre el estado de la nación, aplaudido durante varios minutos por los suyos, es una prueba de que la inmoralidad política se ha instalado ya entre nosotros. Y nadie parece capaz de impedirlo. 
Es cierto que el presidente, como un articulista afirmaba estos días, "si tiene quien le escriba". A diferencia del jefe de la oposición. Y que la táctica decidida es férrea y no admite ni matices ni reflexiones personales del "Grupo salvaje" en el que se ha convertido el PP y su gobierno. Ante la enésima pregunta de los periodistas sobre los sobresueldos de los dirigentes del partido y la oscura relación de Rajoy con Bárcenas, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, ayer en la conferencia de prensa tras el consejo de ministros, evita de nuevo nombrar al innombrable y afirma: "el PP ya les ha informado". Y ante la insistencia de algunos periodistas (los de los medios "no afines" por supuesto), añade: "no puedo informar sobre este asunto".
"Ya se aburrirán", están convencidos de ello. Y es posible que tengan razón. La táctica establecida parte de ese supuesto. Los Arriola y "la cocina" del PP conocen y aprovechan la extrema volatilidad en la memoria inmediata de la opinión pública y el vertiginoso ritmo informativo en el que estamos inmersos. Un sustrato ideal para tapar la basura con medidas contra la corrupción futura sin el más mínimo comentario sobre su propia y actual corrupción.


Y para eso, para incentivar el aburrimiento de la sociedad, apoyados en la grave debilidad de la izquierda -que ya parece definitivamente herida de muerte haga lo que haga-, celebran el exconjuro de la Queimada pepera en el Debate: "no pronunciarás jamás el nombre de Bárcenas y la pesadilla se desvanecerá". El "principio de silenciación" que Goebbels desarrolló y, lamentablemente, se actualiza día a día en nuestra escena política.
Ninguna voluntad de limpieza, los movimientos dependen sólo de la presión mediática. El extesorero cobró hasta el día en que salieron los papeles (por cierto en un fraude laboral para taparle la boca; no se puede cotizar por el que no trabaja) y además ahora pedirá el finiquito, que se le pagará con nuestro dinero, el que con nuestros impuestos financia los partidos políticos. Hasta cabe la posibilidad de que después consiga cobrar el paro.
Excelente trabajo de propaganda, no hay duda. Magnifica "la cocina" del PP de nuevo: "estábamos al borde del abismo y ahora ya hemos sacado la cabeza". Ningún dato avala esta afirmación. Pero es lo mismo..., se acuña, se propaga en el momento oportuno con la necesaria insistencia y... a tragar para siempre. Definitivamente tontos.
Pero lo peor es que esto no acaba aquí. Esta táctica que consagra la inmoralidad política y la asume como método, asoma de nuevo la cara en el enigmático comienzo del discurso de Rajoy. Seis millones de parados, de ellos 1.2 millones inmigrantes... ¿Preparando la ingeniería contable para el final de la legislatura? 
Poco importan las personas, sólo vale el poder. Así no se puede seguir. Hay que acabar con la impunidad en la que Rajoy y el PP se están instalando, expulsándoles del gobierno cuanto antes. A no ser que seamos definitivamente tontos o "más mansos que las vacas" (Beiras dixit). 

2 comentarios:


  1. No se puede decir más claro, Chechu, y, para más abundamiento en la similitud, ahí dejo otros dos principios del susodicho G., que en gallego coloquial diríamos que son "cuspidiños" a los de R. o, para ser más exactos, a los que les dicta Arriola y todos los siguen al pie de la letra.
    PRINCIPIO DE LA TRANSPOSICIÓN
    Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.
    PRINCIPIO DE LA VULGARIZACIÓN
    Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

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  2. Os dejo un extracto del nuevo libre de Antonio Muñoz Molina: "Todo lo que era sólido".
    Libro imprescindible en los tiempos que corren...
    "La democracia tiene que ser enseñada, porque no es natural, porque va en contra de inclinaciones muy arraigadas en los seres humanos. Lo natural no es la igualdad sino el dominio de los fuertes sobre los débiles. El prejuicio es mucho más natural que la vocación sincera de saber. Lo natural es la barbarie, no la civilización, el grito o el puñetazo y no el argumento persuasivo, la fruición inmediata y no el empeño a largo plazo. Lo natural es que haya señores y súbditos, no ciudadnos que delegan en otros, temporalmente y bajo estrictas condiciones, el ejercicio de la soberanería y la administración del bien común. Lo natural es la ignoracncia: no hay aprendizaje que no requiera un esfuerzo y que no tarde en dar fruto. Y si la democracia no se enseña con paciencia y dedicación y no se aprende en la práctica cotidiana, sus grandes principios quedan en el vacío o sirven como pantalla a la corrupción y a la demogia".

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