miércoles, 2 de octubre de 2013

Patrimonio nacional

Hace unos días, después de la penosa actuación del arbitro en el partido Elche - Real Madrid, regalando, ya finalizado el tiempo reglamentario, un penalti inexistente -y, con ello, 3 inmerecidos puntos- al equipo madridista, una emisora radiofónica recibió y puso en antena el comentario que un aficionado dejó en el buzón de aportaciones de los oyentes. En dicho comentario, el fulano argumentaba: "¡Bravo por Muñíz Fernández, ya era hora de que los árbitros vuelvan al lugar del que nunca debieron irse, a beneficiar al equipo que nos representa, que ostenta los títulos por los que nos envidian en el extranjero. Ya es hora de acabar de una vez con el dominio de los advenedizos que además ni siquiera son españoles!"
Por muy chusco que pueda parecer, ésta no es sólo una salida carpetovetónica de la España cañí. En este país, todavía existe en determinados sectores de opinión, generalmente vinculados a la derecha política, un concepto patrimonial del estado, que no ha desaparecido en los años de la llamada Transición democrática. Los hechos nos demuestran que este concepto ha permanecido latente en algunos ámbitos estratégicos de nuestra sociedad: la judicatura, la banca, la gran empresa, determinados medios de comunicación, el imaginario deportivo vinculado al nacionalismo español excluyente... Y que ahora renace en el pensamiento y la acción de los que siempre han pensado que el país es suyo y aceptaron "a regañadientes" la "aparente" ocupación del poder por "los otros". Hoy, para ellos, la alternancia ya no es necesaria para homologarse con Occidente. Las reglas del juego pueden ser reinterpretadas para que la España plural y la España roja no vuelvan a levantar cabeza nunca más.
De otro modo nadie entendería la doble vara de medir en el Tribunal Constitucional para con el designado presidente Pérez de los Cobos -militante del PP- y para con Pérez Tremps, recusando al segundo y rechazando la recusación del primero por hechos como máximo similares. El catalán no es "de la familia", el murciano, si.


Este concepto patrimonial también aparece de vez en cuando en las escasas manifestaciones espontáneas de tipos, incluso físicamente -¡qué tendrá la gomina!-, "patrimoniales" como Carlos Floriano, de verbo fácil y pensamiento pedregoso. ¿Quién puede considerar "raro" en este país, que un cabal político de la derecha de toda la vida tal cual Mariano Rajoy, cobre tres veces más que un rojo -usurpador del poder durante demasiado tiempo- como Rubalcaba? ¿No es normal acaso que un registrador de la propiedad -puesto generalmente reservado para los hijos de buena familia- gane mucho más dinero que un simple catedrático de química? ¿Cómo era aquello de "que inventen ellos"?
O en la frecuente incontinencia verbal de Rafael Hernando, portavoz del PP muy del gusto de las cadenas televisivas que proliferaron con Aznar para revitalizar el pensamiento patrimonialista, cuando afirma sin sonrojo: "las consecuencias de la República llevaron a un millón de muertos".
Ese es el "pelo de la dehesa" que se les ve cuando obstaculizan al máximo la orden de detención, de una juez argentina -triste sustitución de la justicia española-, contra varios conocidos torturadores -entre ellos Billy, el niño- de la policía franquista en los últimos años de la dictadura. Delitos que, al igual que los de terrorismo, nunca deben prescribir. ¡Hay que defender -con la boca pequeña por supuesto- a los que fueron "de los nuestros"! Como bien dice el alcalde de Beade, hacer otra cosa sería "muy feo".
Toda una revitalizada corriente de opinión convenientemente jaleada por La Razón y ABC, entregados a la causa de defender sin matices, más allá de cualquier crítica por pequeña que sea, a su Gobierno. El que nunca debió marcharse y ahora debe permanecer, no porque lo haga bien o mal, sino para que "los otros" no vuelvan.
¡Si Berlanga levantara la cabeza, descubriría su acierto al aproximarnos, en los albores de la democracia, a la saga de los Leguineche, hoy felizmente recuperados, en formato modernizado y tras un periodo de letargo, para el inmortal patrimonio nacional! ¡Qué viva Muñiz Fernández, el justiciero arbitro de la gomina! ¡Fuera complejos!

15 comentarios:

  1. Abundan, por desgracia, estos descerebrados mastuerzos. El tal Múñiz Fernández no es más que el paradigma del modelo antropológico de la derecha que nos gobierna, como lo son, también, el alcalde de Beade, el de Baralla, la alcaldesa de Quijorna... Y ¿qué decir de los matones que entraron a saco en el Centro Blanquerna de Madrid?
    Es esa ultraderecha avalada por una mayoría considerable del PP, es decir, por la derecha montuna que ha fomentado la ofuscación y la mezquindad; que está encerrando a una parte importante de la sociedad en la intolerancia.
    Esa derecha en la que cabe de todo, pues lo que no se vende en la 1ª planta, se vende en la 2ª; y lo que ni en una ni en otra, en Oportunidades.
    Esa derecha que fabrica, sin el menor pudor, coartadas jurídicas y fiscales para salir indemne de todas sus tropelías.

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  2. ¡Si Berlanga levantara la cabeza..!, descubriría con asombro, que su Escopeta nacional, es una broma comparada con la desaforada corrupción y nepotismo de la actual clase política y, sin duda, haría una mordaz película sobre el esperpento de los 17 reinos de taifas, sus reyezuelos, sus circo-parlamentos con su insoportable verborrea, sus televisiones, sus infinitos disparates y la gran libertad que hoy tienen para saquearnos los bolsillos.

    Comete un error Chechu cuando llama a Rajoy “cabal político de la derecha”. Creo firmemente que Rajoy, Montoro y las demás gallinas que forman su gobierno, son una especie de caballo de Troya del socialismo, en la derecha española. Sus esperanzados “carpetovetónicos” once millones de votantes, que no quieren una España ni rota ni roja, ahora defraudados y humillados, no les perdonaran la traición a lo prometido y, sobre todo, a Mariano Rajoy, su vergonzosa cobardía ante el separatismo. Si tuvieran un mínimo decoro, dimitirían y acto seguido se apuntarían al PSOE, que es su sitio natural. La desgracia es que la alternativa a esta socialdemocracia rajoyesca, sería el Frente Popular, verdadero “pelo de la dehesa” de la izquierda española.

    Es muy loable que una juez argentina quiera impartir justicia en España, a pesar de lo mucho que se necesita en su país. Es una pena que la idea no se le haya ocurrido antes, porque Carrillo podía haberle dado cumplida información de los asesinatos -después de la guerra-, de sus camaradas Gabriel León Trilla, Enrique Cantos, Luís Montero, Domingo Ungría; del responsable del partido Galicia, Víctor García y su lugarteniente Teófilo Fernández; del soplo a la Policía para la detención de Joan Comorera, secretario general de PSUC (murió en el penal de Burgos), y al que Carrillo tildó de agente fascista. Aunque la lista es más larga, para empezar no estaría nada mal.

    Pero si prefiere investigar los crímenes de la Guerra Civil, que no pierda el tiempo en los más de setenta y tres mil “fascistas” asesinados. Dentro del bando de los “demócratas” se mataban entre ellos con saña. Podía empezar con el caso del comunista Andrés Nin, torturado y asesinado por otros comunistas de obediencia estaliniana (fue despellejado vivo), y cuyos restos se encuentran en algún lugar de la carretera de Alcalá de Henares a Guadalajara. O el asesinato de los hermanos Badía, dirigentes de Estat Catalá, tiroteados por un pistolero anarquista, con Luís Companys en la negra sombra, de estos asesinatos y del de Adreu Reverter, Comisario General de Orden Público de la Generalidad y, en otro tiempo, gran amigo suyo.
    No obstante yo le sugiero a esta intrépida juez, que antes de venir a España se pase por el feudo de los hermanos Castro, que esta más cerca, y les tome declaración sobre los masivos fusilamientos de gusanos contrarrevolucionarios, justicia popular contemplada con arrobo por izquierda caviar europea.

    Rokudan

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  3. Hay un problema con los datos que menciona Rokudan. El problema es que son ciertos y fácilmente comprobables.Otro problema añadido es que son ignorados de modo sistemático por quienes alientan la ley de memoria histórica que al parecer es memoria de un solo bando. Las guerras civiles son sangrientas por ambos bandos y si se quiere hacer un juicio histórico retrospectivo, hay que llevar a los tribunales a los asesinos de los dos bandos.

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    1. Tan sistemáticamente ignorados, como la derechísima ( ni siquiera la derecha ya) ignora o sesga otros.Se van a caer ustedes a las Marianas en cualquier momento.

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  4. Exactamente, a los asesinos de los dos bandos, que haberlos hailos. Y sobre todo olvidarse ya de la guerra civil que ha sido y es historia pero ya no sirve más que para alimentar el rencor. Todavía estamos con los dos bandos y la casa sin barrer. Ahora es otro tiempo, volver atrás una y otra vez no hace más que encender la mecha que nunca se apaga. De un lado y del otro.

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  5. Desde Argentina nadie plantea juzgar la guerra civil. Yo tampoco. Otra cosa es la dictadura, que duró casi 40 años despues de acabada la guera. Los torturadores a los que se refiere la acusación de la juez argentina, actuaron en los años setenta. Y la tortura de un Estado dictatorial frente a quienes pugnaban por la libertad es un delito que no debe prescribir. No hay amnistía que valga para los que nunca han sido condenados. Muchos vivimos aquellos años con la amenaza de Billy el niño y tipos similares... Nada tenemos que ver con las andanzas de Carrillo en los años 30 o 50.
    Y si habláis de otras dictaduras de "izquierdas" como la cubana, que juzguen también a sus torturadores. No nos olvidamos, pero ya hay una pleyade que ya habla de eso... Pero si a las guerras no, a las dictaduras si. Y a la nuestra la primera..

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  6. Esa frase tan manida de "alimentar el rencor" la utilizan hasta la saciedad aquellos que, ideológicamente, son descendientes de la dictadura.
    Está claro que muchos o muchas tienen como autor de cabecera a Pío Moa.

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    1. No sé quién es Pío Moa, a no ser de oído, si siquiera sé qué es. Afirmar con rotundidad sin saber qué ni a quién se dice ( le aseguro que tengo poco que ver con la dictadura, por edad y por mentalidad) si podría ser de dictadores, lo mío es más bien de "templar gaitas" que no dejan de sonar totalmente desafinadas y obsoletas.Siglo XXI, globalización, mundo líquido,ciudadanos del planeta...De eso entiendo más...

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    2. Separando el grano de la paja:

      Pío Moa es a la Historia
      lo que Iker Jiménez es a la Ciencia

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  7. Iker Jiménez es fácilmente rebatible. Pio Moa, no. Se le descalifica pero no se le refuta entre otras cosas porque sería dificil refutar las hemerotecas.

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    1. Tanto anónimo lleva a confusión. No estaría mal que se numeraran: Anónimo 1, 2...
      Bueno, es igual.
      A Pío Moa lo han refutado unos cuantos historiadores e historiadoras de cierta talla. En cuanto a las hemerotecas, en ellas hay de todo; hasta un diario como "La Razón" se puede encontrar ahí.

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  8. No me compare con Pío Moa, se lo ruego. Es un señor fundamentalista, sus ideas sobre el divorcio, el aborto, la homosexualidad...son arcaicas. Vive fuera del mundo real como la Iglesia. o se ha dado cuenta, Moa, que el mundo del que habla ha desaparecido, se ha extinguido. sus ideas son de las cavernas, sólo tendría que leer un poquito más a los científicos y menos a los que están en el limbo, como él.Rebatirlo es una pérdida de tiempo, su galimatías se parece a la de los teólogos. Vade retro!!!

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  9. La verdad más clara es que la derecha española aún no ha condenado el franquismo. Hace unas semanas votó en contra do considerar delito la apologia al franquismo. Tan distinta a la actitud de alemanes e italianos con sus respectivas dictaduras.. ¿Por qué le cuesta tanto hacerlo y habla siempre de "no abrir heridas"? Porque en en el seno del PP conviven en armonía los herederos directos del franquismo con sus cachorros sociológicos y con los que llegaron después más o menos de la mano de los primeros. Un totum revolotum muy útil para aglutinar el voto y mantener el poder, aunque sea tragando sapos que como cada vez están más lejos y la memoria es más frágil, apenas cuesta ya deglutir.

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    1. Si Chechu llama derecha al Partido Popular (error conceptual grave), éste partido, escupiendo sobre la memoria de sus padres y abuelos, si condenó el Alzamiento Nacional del 18 de Julio. Fue en la época de Aznar, en el Parlamento nacional, y aquí en Galicia en el charlamento gallego. Lo hizo, con la cobardía intelectual que le caracteriza, y sin exigir que la izquierda y los separatistas catalanes hicieran lo mismo por, entre otras barbaridades, el golpe de estado de octubre de 1934 contra la República, el genocidio por el Frente Popular de casi 7.000 religiosos (entre ellos 13 obispos), las checas y los más de setenta y tres mil asesinados por ser de derechas o ir a misa.

      La izquierda española en general, y los comunistas en particular, no pueden soportar que Franco les ganara la guerra y, sobre todo que les ganara en la paz, dejando a España como la novena potencia industrial y sin deudas. El rencor que esto les produce y que alimenta su patológico sectarismo, hace que quieran silenciar a todos los que no compartan sus mentiras. Ese mismo sectarismo explica la indignación de Chechu por que el alcalde de Beade sea franquista, pero ni una palabra de condena al grupo de extrema izquierda que el puso la bomba.

      Tengo la esperanza que, algún día, haya una izquierda que esté inequívocamente por la unidad de España, asuma la historia real, renuncie a la burda demagogia frentepopulista, y defienda a la clase media, es decir a la mayoría de la población. A esa izquierda yo, que soy alérgico al socialismo, hasta le votaría en alguna ocasión.

      Rokudan

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  10. No me refiero al Alzamiento sino a la Dictadura (eso es lo que entiendo por franquismo: los 40 años siguientes a la guerra). Y el PP de esos años es de los que no quiere hablar. No me indigna que el alcalde de Beade sea franquista, está en su derecho. Me indigna la hipocresía del PP que ni lo acoge ni lo expulsa.

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