jueves, 28 de enero de 2010

Miradas

De tu espalda

conozco

tres lunares pequeños.


Uno, dulce y amable;

otro, cálido y tierno;

y el menor, asustado,

escondido entre ellos.


De tu espalda

mis dedos

respetaron el sueño.

2 comentarios:

  1. Tu registro poético no desmerece de los otros que tienes.pero no sé si aquí destapas a alguien...y se mosquea.ja.ja.
    Un abrazo

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  2. Gracias, María Jesús. A nadie destapo, la bella desconocida ya tenía la espalda destapada. Fue una sencilla mirada limpia y relajada que crei merecia traducir a palabras. Un beso

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