sábado, 15 de mayo de 2010

Hacen falta por lo menos dos

Este artículo se escribió el martes 11 de Mayo e iba a enviarse para su publicacion en "La Región" de Ourense el viernes 14. El miercoles 12 el Presidente del Gobierno presentó en el Congreso las medidas para recortar el deficit público, forzado por las circunstancias de la última semana y las decisiones de la Unión Europea del viernes y domingo pasados. Tras ese anuncio, tal como estaba escrito, el artículo quedaba fuera de contexto para su publicación en el periodico. Por eso no lo envié y me refugié en los "Embustes" que veréis arriba.
Pero quiero publicarlo en el blog porque su mensaje fundamental sigue siendo válido. Sobre todo por las crecientes llamadas a la convocatoria anticipada de elecciones, que estamos oyendo desde diversos ámbitos.
No caigamos en ese error. Lo que ahora necesitamos más que nunca es un gran Pacto Político y Social para rearmarnos frente a esta crisis que está demostrando la debilidad de nuestros gobiernos, la escasa importancia de nuestro voto y los límites de la democracia ante la fuerza de los mercados financieros que no hemos sido capaces como comunidad internacional de reformar tras la primera fase de la crisis.
En todo caso el ejemplo de Portugal es claro y contundente. El líder de la oposición Pedro Passos, del Partido Socialdemócrata afirma: "no es momento de pedir responsabilidades, sino de dar una solución al país". Por otra parte, Socrátes, el presidente portugues se muestra sincero: "hace una semana creía que era posible evitar el recorte y la subida de impuestos, pero el mundo cambió en los últimos 15 días... Ahora no tenemos más remedio que hacerlo". Leedlo en El País: "Portugal se suma al ajuste con una subida general de impuestos".
Semanas antes ya habían pactado los recortes en Irlanda. Políticos, sindicatos y empresarios apoyaban medidas parecidas a las que se van a poner en marcha en España.
Leed también el magnífico análisis de fondo de Fernando Vallespin en la línea de lo planteado anteriormente: "Política dómestica y sus límites".
Y si quereis recuperar el vaticinio de un experto en estos temas y además amigo -Juan Hernández Vigueras- realizado ya hace más 3 meses, buscad en la columna de la derecha "¿Puede Zapatero escapar del león?"

Es lamentable que en la política española prevalezca el desgaste del adversario mucho más que el interés general. Una lástima que, en este contexto, la oposición no quiera salir de su cómodo papel en ningún momento. Ni siquiera en estos momentos de crisis. Y que en el ecuador de la legislatura su única apuesta sea la de forzar las elecciones anticipadas, aunque el país llegue a ellas arruinado. Una estrategia, apenas disimulada, sólo posible desde la catástrofe.
Una opción de corto recorrido. Pobre, lineal y falta de discurso positivo. En un momento en el que éste es especialmente necesario. Seguramente la razón que explica la mala valoración de Rajoy en las encuestas de opinión, incluso cuando el viento sopla a su favor.
Aunque el poder de decisión política en este país está muy repartido, cierto es que la responsabilidad de gobernar corresponde al gobierno. Y a éste no se le ha notado por ahora el interés por un gran acuerdo en aspectos esenciales para la salida de la crisis como la deuda pública y la reducción del déficit. Un error que, otra vez demasiado tarde en esta grave crisis y obligado por las circunstancias, seguramente intentará subsanar en los próximos días.
Ahora bien, ¿estará dispuesto el Partido Popular a discutir de verdad sobre el “mix” de incremento de ingresos y recorte de gastos, necesarios ambos para cumplir con nuestros compromisos con Europa? Las señales que hasta ahora ha mostrado, aventuran una respuesta negativa a ese hipotético llamamiento.
La penúltima señal ha sido el fracasado Pacto por la Educación. Una fácil prueba del nueve para una oposición razonablemente constructiva. Pero después de doce meses de negociación en los que el ministro Gabilondo ha arriesgado al máximo para alcanzar un acuerdo que dote al sistema educativo español de una estabilidad normativa, el PP se ha salido por la tangente con vagos y genéricos argumentos. Aunque una gran parte de sus propuestas estén incluidas en el documento final.
Está claro, el PP no va a pactar en nada. Buscará las mil y una justificaciones antes de hacerlo. Aquí no va a resultar posible reeditar la comparecencia conjunta de gobierno y oposición que hemos visto en Portugal. Tan conveniente y deseada por la ciudadanía. La apuesta de Rajoy es a una sola carta: la rendición incondicional y la derrota sin paliativos de ZP.
Una apuesta de riesgo por mucho que a Mariano no le guste nada arriesgar. Por dos razones. La primera: que a su partido cada vez se le va a notar más “el cuanto peor mejor”, con el desgaste que esto puede provocar en el electorado moderado y centrista que suele decidir los comicios en España. Y la segunda: si llega a gobernar lo hará en tan difíciles condiciones que sus apoyos sociales y mediáticos sufrirán un rápido deterioro tal como le está ocurriendo a Papandreu en Grecia.
A Rajoy también le conviene que la economía mejore. Y el país está empezando a pensar que no está haciendo nada para conseguirlo. Malas consejeras las prisas. No son buenas para nadie. Por mucha legítima ambición de poder a corto plazo que escondan. Es hora de que el gobierno y el primer partido de la oposición cambien de rumbo de forma responsable y generosa. Sería de agradecer y seguro que provocaba buenos réditos políticos para ambos. Si no lo hacen, puede que por sorpresa llegue un tercero y lo aproveche.
Hace unas semanas, Paul Krugman, premio Nobel de Economía, afirmaba: “en EEUU necesitamos tener dos partidos razonables y racionales; lamentablemente no los tenemos.” También en España, a día de hoy, nos pasa lo mismo.

3 comentarios:

  1. No estas solo Chechu¡
    Las cosas suceden deprisa o no sucede lo que esperamos, de momento todo está confuso, o demasiado trillado, al menos para mi. Me refiero a las medidas del gobierno, yo esperaba y espero más....... ¿que pasa con la banca? ¿es intocable?, ¿y la iglesia? sus ingresos, sus subvenciones . ¿Podría reducirse el gasto militar?.
    Y de pactos con este PP creo que nunca.
    Un bico.

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  2. Está claro que con el león no se puede facilmente.
    Estoy muy de acuerdo contigo en cuanto dices.Y muy preocupada porque, como dice Rosa, yo, que sabes cuan fiel soy en mi pensamiento,"esperaba y espero más" y diría que mejor. Estoy desolada.
    Pueda que tocar lo no regulado, precisamente porque no lo está, vuele.Pero los bancos y el patrimonio de las grandes fortunas y el control fiscal de los grandes capitales... bueno yo de esto nada sé y hablo como ciudadana progresista. Pero si más adelante se toca no será muy creíble la voluntad.Además habrán volado a los paraísos...

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  3. Cierto. Son momentos de confusión. Todo lo que un día parece claro al día siguiente sería un error. Creo que en estamos en momentos muy graves y por primera vez en mi vida tengo la sensación que el suelo es frágil, que todo puede derrumbarse. Y lo peor, ¿contra quién hay que luchar?, ¿dónde está el enemigo? ¿hay enemigo o sólo es miedo lo que nos atenaza y nos confunde? Estoy convencido de la buena fé de ZP, pero tengo la sensación de que como todos el está pisando sobre un suelo enedeble y también tiene miedo. Nadie, ni siqueira los mercados (el supuesto enemigo) tienen el control de la situación. Por eso temo por el futuro de España y el de Europa, el nuestro y el de nuestros hijos.

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