domingo, 30 de mayo de 2010

La guerra

Hace unos meses, una viñeta de El Roto mostraba a un militar que escuetamente decía: “nuestras tropas están en Afganistán para defender a nuestras tropas”. Es la aplastante lógica de la guerra, la historia interminable de la humanidad. Y en estos días, en los que las finanzas y la economía invaden nuestras vidas y nos nublan el pensamiento, es bueno recordar que sigue habiendo guerras en el mundo y que cada día mueren en ellas hombres, mujeres y niños.
Como siempre, el cine nos ayuda a encontrarnos con la realidad y algunas películas de la cartelera actual tratan sobre el tema. En los años dorados de Hollywood, los ejércitos buenos siempre acababan ganando a los malos. La llegada del “cinemascope” nos trajo títulos inolvidables de épicas batallas y hazañas bélicas. Los chavales de aquella época disfrutábamos con ese cine en sesión continua y, al salir, jugábamos a la guerra con soldados de plástico. Los matábamos sin piedad, para acto seguido recuperarlos y continuar jugando con ellos mientras llegaba la merienda de pan, mantequilla y chocolate. Así son los cachorros humanos. Hasta que les llega la dura madurez. El jóven Borges ilustra ese complicado momento de la existencia en su “Cuaderno de San Martín” cuando escribe: “yo era chico, yo no sabía nada de la muerte, yo era inmortal”.
Ahora, las películas de guerra son más diversas. Con frecuencia pretenden no tomar partido, aunque es dudoso que lo consigan. Kathryn Bigelow al rodar “En tierra hostil”, intenta escapar de cualquier reflexión política sobre la guerra de Irak y coloca su mirada digital sobre un guerrero moderno, el sargento artificiero James. Un tipo con una existencia sin horizonte para el que la guerra -como Baricco la define en su libro “Homero, Ilíada“- es “el punto de llegada de toda búsqueda y todo deseo”. Un adicto a las emociones fuertes frente a la mediocridad de lo cotidiano. Condenado a vagar por la violencia. Nada nuevo desde Ulises.
Muy diferente, “Ciudad de vida y muerte” del chino Lu Chuan, recupera el lenguaje de los clásicos para alcanzar, en un límpido blanco y negro, la potencia de las imágenes mostrando sin pudor el dolor absoluto, la indefensión de los vencidos, la bestialidad de los vencedores, la maldad, el arrepentimiento de los verdugos… Y la masiva violación de mujeres, víctimas olvidadas de las batallas perdidas o ganadas por los hombres. Un film que revela la brutal ocupación del ejército nipón de la ciudad de Nanking y narra la barbarie allí ocurrida, de forma deslumbrante y sobrecogedora. Majestuosa fotografía que presenta la guerra también desde su innegable componente estético. De nuevo “La Ilíada” como referente bélico universal.
Desde otra perspectiva, el cine actual también se enfrenta al olvido y a la impunidad en los desastres de la guerra. Roman Polanski en “El escritor”, sólo cambia los nombres para colocar a Tony Blair –e indirectamente a sus compañeros del “trío de Las Azores”- ante las mentiras de “las armas de destrucción masiva” y los miles de muertos de la guerra de Irak. Siguiendo esa estela, el británico Ken Loach ha estrenado en Cannes “Route Irish”, otra película sobre el mismo tema con imágenes reales de torturas y violaciones de las leyes internacionales.
Con todas sus caras expuestas sobre la pantalla, lo cierto es que la guerra, después de las terribles experiencias del siglo XX, se considera un mal a evitar. Parece que ha dejado de ser “el motor de la historia”. Pero todavía no es un mal absoluto. Por ello, siempre acaban apareciendo “nobles y justas” razones para justificarla y apoyarla. A veces, hasta le ponemos extraños nombres como Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF). Calculada ambigüedad en la nomenclatura, que no evita las muertes de civiles en los bombardeos. Otra guerra más. Otra barbarie.

8 comentarios:

  1. “La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen para provecho de gentes que sí se conocen pero no se masacran”. Paul Valery

    Al igual que la salud es un estado transitorio que no presagia nada bueno, la paz es también un período transitorio en el que se prepara la siguiente guerra.
    La mejor película sobre la guerra: Apocalypsis Now.
    Un libro impresionante: "Guerreros.Reflexiones del hombre en la batalla" de J. Glenn Gray con prólogo de H. Arendt

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  2. Y desde la ignorancia. ¿Hubo alguna guerra alguna vez que no se desencadenase por cuestiones económicas? Es que las dos que recuerdo ahora, la de Troya y la de Irak, son tan cercanas, tan parecidas. No sé. Eso. ¿Hubo alguna?

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  3. TEORÍA Y PRÁCTICA DEL COLECTIVISMO OLIGÁRQUICO
    Capítulo III: La guerra es la paz

    “El acto esencial de la guerra es la destrucción, no forzosamente de vidas humanas, sino de los productos del trabajo. La guerra es una manera de pulverizar o de hundir en el fondo del mar los materiales que en la paz constante podrían emplearse para que las masas gozaran de excesiva comodidad y, con ello, se hicieran a la larga demasiado inteligentes. Aunque las armas no se destruyeran, su fabricación no deja de ser un método conveniente de gastar trabajo sin producir nada que pueda ser consumido.”
    “1984” de G. Orwell

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  4. Hola J. Carlos:
    Precisamente la guerra de Troya y la de Irak tienen diferentes "casus belli"; la primera está motivada por una cuestión de sexo (el rapto de la bella Helena por Paris) y en la segunda podríamos aceptar pulpo como animal de compañía, y pensar que la economía fue el motor del conflicto.

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  5. Hola Jabg

    Pues me dejas pasmado. Fíjate que yo creía que los aqueos se habían puesto de tan mal café (es un decir de ahora, claro) por las rutas comerciales del Peloponeso. Ahora que lo pienso tienes razón: la justificación de las guerras de los Bush en Oriente Medio probablemente tienen tanta verosimilitud como los versos de Homero. Con un pequeño detalle: leer la Ilíada está muy bien, ver películas sobre estas guerras/invasiones recientes da bastane "noxo". Pero debe ser por la contemporaneidad que me impide la visión histórica del asunto a la que hace referencia ctmente Chema "el inefable". Digo yo. Apertas.

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  6. Aquí tienes un enlace al primer conflicto armado del ser humano (la película parece bastante buena): http://www.youtube.com/watch?v=GVMPlIQAz5E&feature=related

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  7. El control de la economía no es más que la consecuencia del poder. Las guerras son encarnizadas luchas por el poder. Quien tiene el poder todo lo controla. Y algunos tienen tanto miedo a la vida y al otro que sólo se entienden desde el poder: la violencia domestica, los dictadores... son formas distintas de lo mismo.
    Es el poder el que trae el dinero, no al revés.
    Magnificas de nuevo vuestras entradas, amigos.

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  8. Buena pinta, la película, JABG. No había utilizado el enlace hasta hoy.
    Ciertamente como dice Hector Abad en "El olvido que seremos" en relación a las cartas y las conversaciones con su maravilloso padre: "no es que uno nazca bueno, sino que si alguoen tolera y dirige nuestra innata mezquindad, es posible conducirla por cauces que no sean dañinos, o incluso cambiarle el sentido. No es que a uno le enseñen a vengarse (pues nacemos con sentimientos vengativos), le enseñan a no vengarse. No es que a uno le enseñen a ser bueno, sino que le enseñana a no ser malo".
    Civilización, cultura. El superego de Freud.Es lo único que puede salvarnos de la guerra.

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